Cactus

Una piedra viviente: el cactus más raro y exótico que es ideal para darle glam a tu hogar

Esta especie de la suculenta requiere pocos cuidados.
lunes, 19 de febrero de 2024 · 13:57

Las suculentas son conocidas como una de las plantas con más variedades, pues hay especies para todo tipo de jardín e incluso algunas que son ideales para decorar el interior de una casa. Entre algunas de las más extrañas está el cactus piedra, que asemeja la forma de una roca.

También conocida como piedras vivas o lithops, esta especie de la suculenta es muy resistente, por lo que es ideal para estar en climas áridos. Además, este cactus no requiere ser regado con frecuencia y tener la capacidad de dar muchos esquejes, por lo que se puede ver frondoso en una maceta.

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Esta especie llama la atención por su forma.

Otro punto a tener en cuenta sobre este cactus es que dará sus primeras flores, que son parecidas a las margaritas, luego de tres o cinco años de desarrollo. Asimismo, pueden atraer algunos insectos polinizadores para ayudarlas a cumplir el proceso de crear una semilla. Cuando termine este ciclo, las hojas del cactus comenzarán a ser más finas, en ese momento, se deben retirar para que pueda comenzar otra vez su ciclo.

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Este cactus florece después de tres años de desarrollo.

 

Consejos para cuidar un cactus piedra

La planta necesitará más atención durante las épocas frías del año, pues será el momento de regarla con más frecuencia, especialmente cuando su tierra esté completamente seca. Es importante nutrir su sustrato una vez al mes, para que pueda crecer con normalidad.

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Debido a su tamaño, es ideal para estar en el interior de una casa.

Se debe tener en cuenta que no crece a lo alto, así que es ideal para tener como decoración en una habitación o colocarla entre flores del mismo tamaño en el jardín, pues debido a su tono verde opaco, sumará un toque más exótico al lugar.

Este tipo de cactus requiere de la luz solar directa, pero en caso de estar en el interior de la casa, solo se debe poner en la ventana por entre 4 a 5 horas. Esta parte de su cuidado es uno de los puntos claves, pues si no recibe suficiente luz, puede comenzar a deformarse.