Denunció al ex subsecretario de trabajo, pero asegura que "está protegido”

La denuncia realizada contra el ex subsecretario de Trabajo de la provincia de Neuquén, Ernesto Seguel, sacudió a la anterior gestión a poco de finalizar el 2022, cuando los hechos tomaron estado público. Ahora, la ex trabajadora que fue víctima de violencia laboral y de género, dio a conocer detalles preocupantes sobre la inacción del Gobierno provincial y aseguró que la persona denunciada se encuentra bajo protección. 

En una entrevista brindada a Enfocados TV, Silvana Cabezas, relató el duro momento que tuvo que atravesar mientras trabajaba en el organismo y los constantes obstáculos con los que se fue encontrando cuando tomó la difícil decisión de avanzar con la denuncia contra su ex jefe. 

"Empecé a padecer algunas situaciones que llevaron a mi salud, a ponerse en jaque, que me enfermaron.  Eran a raíz de no poder expresar lo que estaba viviendo en mi trabajo, que era el acoso continuo, el abuso y situaciones que no ameritaban a un lugar sano. A partir de la denuncia cambió muchísimo mi vida", comenzó. El primer lugar donde acudió Cabezas fue el Ministerio de Trabajo, con la lógica de que era el espacio donde se defenderían sus derechos, pero allí se chocó con la primera muralla. 

"La denuncia se presentó en el ministerio de Desarrollo Social y Trabajo, en ese entonces estaba Di Lucca, eso no transcendió hasta que pudimos ir a la justicia laboral y los medios. Ahí recién actúo el ministro", mencionó y a pesar de que el caso ya estaba en las primeras planas de la mayoría de los medios regionales, parece no haber alcanzado para que se tomaran medidas concretas que resguardaran a la mujer. 

Renuncia al cargo, pero la administración pública lo jubila, inviabilizando el sumario. No se tomaron acciones, la solicitud de sumario está en archivo y la gestión de Gobierno tampoco asume las responsabilidades de hacer ese seguimiento, por lo tanto, el denunciado está protegido.

Al sentirse vulnerada por el Ministerio de Trabajo, Silvana acudió a la ministra de las Mujeres y de la Diversidad de la Provincia, María Eugenia Ferraresso. La funcionaria solía compartir en redes su compromiso por erradicar la violencia contra las mujeres mediante políticas públicas  ejecutadas por el Gobierno y programas que buscaban hacer de Neuquén "una provincia más justa y equitativa". Sin embargo, la ex trabajadora volvió a ser ignorada y, según su testimonio, sintió nuevamente la violencia. 

"Me tomaron el número de teléfono, me conocían y me dijeron que me iban a dar una solución. Me pasaron con la directora del área de violencia laboral, nada más", comentó Silvana. El silencio se profundizó por parte de las autoridades. La mujer confirmó que ni el ex gobernador, Omar Gutiérrez, ni la ex ministra, Ferraresso, se comunicaron con ella. Sí, hubo una resolución, un mes de licencia. "Como si en un mes pudieses recuperarte de agravios como la violencia sexual que sufrí", expresó. 

El difícil camino de la Justicia

Todo se volvió más engorroso cuando la única resolución de la Oficina de Violencia fue que no se detentaba acciones de violencia por parte del ex subsecretario hacia la trabajadora. "Ese fue el dictamen que se obtuvo, se me negaron los informes, se me negó el acceso a mi propia denuncia y dándole inviabilidad a cualquier camino que cualquier puede llegar a necesitar", enfatizó.

El único camino que quedó fue el de la justicia y, aún así, la víctima es quien debe seguir exponiéndose. "El camino de la Justicia es el más difícil de transitar, por la revictimización que atraviesa la mujer, por las asimetrías de poder que existen", planteó con claridad Cabezas. Sobre las primeras instancias que tuvo que atravesar tras las primeras denuncias contra el ex subsecretario, sostuvo: "Te genera mucha angustia, mucha impotencia y te hace sentir una persona muy vulnerada. Te hace entender que hay otra realidad, que las políticas públicas de gestión no tienen esa perspectiva de género que necesitamos las mujeres". En la actualidad se encuentra sin trabajo, a la espera de que se haga justicia y transformando el dolor en lucha.