Angelina Jolie reveló la triste pérdida que ha tenido uno de sus hijos en el confinamiento

Durante este primer semestre del año es bastante lo que ha se ha sabido sobre las dinámicas familiares de Angelina Jolie y Brad Pitt, quienes han aprendido a dejar sus problemas a un lado por el bien de sus hijos.

La actriz ha estado bastante abierta a hablar sobre su vida privada los últimos días; entre las varias cosas que reveló, está la conmovedora razón por la que otorgó el nombre Shiloh a su primogénita.

Ahora, Jolie en una entrevista con la edición británica de "Harper's Bazaar" confesó los difíciles momentos que han tenido que enfrentar como familia durante el confinamiento, ya que Vivienne perdió a una de sus mascotas en una cirugía, lo que la tiene muy triste. Es por esto que explicó cómo ha hecho para que su nena se recupere de esta pérdida:

"Durante el encierro, el conejito de Vivienne falleció durante una cirugía, y adoptamos a otros dos pequeños y dulces que están discapacitados... Necesitan estar en parejas. Son muy dulces y la han ayudado en estos momentos a centrarse en su cuidado, así como los perros, la serpiente, la lagartija..." 

Sin duda, la mayor prioridad que hay en la vida de la artista es ser madre, y en una conversación que sostuvo con la revista "Time" comentó el gran reto que ha tenido como mamá durante el encierro por el coronavirus:

"Como la mayoría de padres, me concentro en mantener la calma para que mis hijos no sientan ansiedad por mí, además de todo lo que les preocupa. Puse toda mi energía en ellos... Todos (los padres están) esperando poder hacerlo todo correctamente, responder a sus necesidades, mantener la calma y ser positivos. Una cosa que me ha ayudado es saber que eso es imposible...".

Angelina confesó que ha aprendido que los hijos no esperan perfección de sus padres, sino sinceridad. Sin duda, han sido meses de mucha reflexión e introspección; de hecho, lo sucedido con George Floyd en Minnesota la ha tenido muy pensativa, e incluso le admitió a "Harper’s Bazaar" que esto la hizo replantearse sus casi 20 años de trabajo filantrópico fuera de su país.

De igual manera, la embajadora de la ONU admitió sentirse preocupada de vivir en un país cuyo sistema la proteja a ella y no a su hija Zahara por su tono de piel, y expresó: "Necesitamos avanzar más allá de la simpatía y de las buenas intenciones hacia leyes y políticas que realmente aborden el racis... estructural y la impunidad...".