La vida de Kim Kardashian sigue con normalidad, a pesar del fuerte episodio en redes de Kanye West
El matrimonio está pasando un muy mal momento.
Kim Kardashian ha estado en boca de todos desde que Kanye West, producto de un brote psicótico relacionado con su trastorno de bipolaridad, comenzara a publicar tweets atacándola a ella y a su madre.
Sin embargo, la empresaria, lejos de estar molesta con su esposo, está muy angustiada por su salud mental y por todo lo que está pasando; pero si hay algo que la caracteriza, es que el trabajo nunca debe detenerse.
Kim fue vista ayer en compañía de su hermana Khloé y del exnovio de esta última, Tristan Thompson, grabando "Keeping Up With The Kardashian" en una casa en Malibú, California.
Todo esto sucedió el mismo día en el que el cantante aseguró en Twitter que ha estado tratando de divorciarse de Kardashian desde hace dos años, y también la acusó de quererlo encerrar. Asimismo, comparó a Kris Jenner con el dictador Kim Jong-un.
Una fuente cercana a la mediática le confesó a "TMZ" que esta no desea que nada del lamentable episodio bipolar que está viviendo West sea documentado por el reality show y que, por ahora, está prohibido que sus hijos aparezcan en él.
Si bien la estadounidense se manifestó en sus redes para pedir comprensión y respeto para el artista en estos momentos, es conocido que el matrimonio ha estado hablando sobre divorciarse desde hace varias semanas. Una fuente confesó a "People":
"Ha habido suficiente comunicación... para establecer que ambas partes sienten que el matrimonio ha terminado".
"Kim solo puso una cara feliz cuando las cámaras (grababan), pero cuando las cámaras se alejaron de ella, claramente tenía muchas cosas en mente y estaba con su teléfono tratando asuntos familiares", expresó una fuente de "E! News".
