Aperitivos bien argentinos: la historia en un vaso

Con el sabor de las hierbas y la experiencia de los inmigrantes.
sábado, 17 de octubre de 2020 · 13:54

Fueron bebidas habituales hace años, y muchas de ellas han perdurado en bares y restaurantes actualizados para el paladar de hoy.

Se trata de los aperitivos argentinos que solían beber nuestros padres o abuelos como son el Amargo Obrero, el Pineral o la Hesperidina.

El denominador común de estas bebidas es que surgieron como una fusión de  varios sabores, hierbas medicinales y con beneficios para la salud. Algunos de estos aperitivos también marcaron huella por sus publicidades originales en épocas en las que nacía un nuevo marketing.

La Hesperidina, por ejemplo, es la primera marca registrada de Argentina, creada por el inmigrante  Melville Bagley.

Para elaborar este hoy clásico aperitivo, Bagley usó naranjas de una quinta y le sumó veinte hierbas diferente y autóctonas. Es una creación basada en las recetas de los licores franceses.

Otro de los aperitivos clásicos fue el Pineral elaborado por la marca “Pini Hermanos & Cía”. También inmigrantes, Hermenegildo Pini llegó del Norte de Italia y trajo la receta de un Bitter que se hizo marca en los bares porteños.

Y uno de los más conocidos es el  aperitivo Amargo Obrero, que  fue ideado en Rosario por Pedro Calatroni y Antonio Tacconi.

Es la combinación de hierbas y alcohol (19 %) que se prepara con soda. Hoy se toma habitualmente con gaseosa o aguas saborizadas con frutas. Fue declarado patrimonio cultural de la ciudad de Rosario.

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