La confitería del Molino recobra vida después de años de abandono

Es una verdadera obra de arte urbano, ubicada en un lugar estratégico de la ciudad de Buenos Aires, en la esquina frente al Congreso. Es la Confitería del Molino.

Después de décadas de abandono, hace dos años, se iniciaron las obras de restauración para recuperar su valor arquitectónico y patrimonial. Se espera que la fachada de este emblemático sitio porteño esté lista en 60 días.

Se estuvo trabajando en el interior del local donde hubo que quitar toda la pintura y restaurarla, lo mismo que los cristales de los vitrales de la cúpula, sostuvo Teresa de Anchorena, presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos.

Se hace el trabajo de manera artística y científica. La cúpula se restauró y hoy tiene un vitral que se ilumina por encima de las aspas del molino como si fuese un faro.

Fuente: (Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana)

Las obras en la confitería se realizan en forma mancomunada entre la Comisión Administradora “Edificio del Molino” y su equipo técnico como así también el Ministerio de Obras Públicas de la Nación y el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Desde el Gobierno porteño se anunció que la confitería recuperó a los leones alados de su cúpula, una tarea destacada ya que esos leones no estaban cuando se inició la obra.

Para ello se trabajó con fotos históricas además de tecnología 3D, con la cual se confeccionaron las piezas. Luego debieron subirse con una grúa a la parte más alta de la confitería, en un trabajo a cargo del Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad, cuya titular es Clara Muzzio.

Es uno de los tantos edificios históricos que tiene la Ciudad. Estamos trabajando en su restauración para destacar su valor patrimonial.