Cambio de hábito: ¿si ahora hacemos pan?

El encierro ha motivado que muchos vean la cocina con otros ojos.
viernes, 20 de marzo de 2020 · 13:16

Algunas páginas dedicadas a temas gastronómicos y que ofrecen recetas de cocina han visto cómo se ha multiplicado el tráfico en redes de muchísimas personas interesadas en recetas para amasar y hacer panes.

“De repente siento como si el hogar fuera más importante de lo habitual”, explica Diana Henry. Ella es una periodista culinaria  y lleva por lo menos dos décadas trabajando en casa y en su cocina.

Y analiza que, en esta época de encierro, mira la cocina con otros ojos y la considera como una forma de confort. “Horno” y “hogar” tienen el mismo origen etimológico y provienen de la palabra latina “focus” (fuego).

En tiempos de actividad cotidiana, cocinar puede ser un lujo. Hoy puede ser una de las actividades centrales de la casa.  Allí se reúne la familia para alimentarse, para charlar y para generar actividades donde participen los más pequeños de la casa.

Además, está demostrado que la elaboración de panes o bizcochuelos suele ser relajante e incluso terapeútico: hay clínicas, incluso, que utilizan talleres de cocina para tratar casos de depresión.

Algunos entienden que hacer pan es una forma de meditar: en una "sociedad líquida" siguiendo la definición del sociólogo Zygmunt Bauman en los que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios debilitó los vínculos humanos.

Recetas de todo tipo y color se suman a otras en las que recomiendan una buena música para acompañar la tarea y ayudar a generar una actividad para toda la familia y que alimente, como lo es hacer pan.

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