La cepa Bonarda: en la cresta de la ola

Se usó mezclada con otras cepas. Hoy se posiciona como la uva de moda.
lunes, 9 de marzo de 2020 · 10:23

Como muchas de las uvas de nuestro país, la Bonarda arribó a nuestro país junto con la inmigración italiana. Se le llamaba Barbera o Bonarda Barbera.

Durante años, la Bonarda se utilizó para producir vinos de corte (aquellos que se producen con dos o más variedades) y se la consideró fundamental para dar redondez al vino.

Hubo un tiempo en que la plantación de Bonarda era superior a la del Malbec.  Hoy compiten 18.000 hectáreas de Bonarda contra más de doble de Malbec. La matriz productiva y las modas hicieron que se perdiera interés en esta uva y cobraran protagonismo otras, como Cabernet Franc o las uvas Criollas.

En la primera década del 2000, se creó en Argentina un Plan de Desarrollo y Promoción de la Bonarda, con el cual se brinda asistencia técnica a productores y bodegas para que elaboren vinos de este varietal con una alta calidad.

Es una cepa que se adapta a regiones calurosas y frías de altura. Da la posibilidad de producir vinos muy frescos, con buena madurez y de bajo grado alcohólico.

A principios del 2019, especialistas franceses aseguraron que la Bonarda argentina es cepa de tendencia, que se está ubicando entre las elegidas de enólogos y sommeliers.

Según el Instituto Nacional de Vitivinicultura de Argentina, Mendoza concentra el 84% de la superficie cultivada con Bonarda, San Juan 14% y La Rioja un 2%.

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