El Enoturismo busca alternativas para sobrevivir al coronavirus

Desde todas las áreas de enoturismo de las bodegas de España se ha visto con preocupación cómo continuarán las actividades en medio de la pandemia. El Observatorio Turístico de RVE venía reflejando datos interesantes respecto a las visitas, experiencias, reuniones, convenciones, incentivos. Ahora todo está en caída libre.

Aún así, algunas bodegas están demostrando una enorme capacidad de adaptación y resiliencia. Algunas han optado por abrir sus puertas a los visitantes de forma virtual; realizar catas en streaming, talleres de distintas temáticas a través de las redes sociales.  Pero más allá de eso, está confeccionando una reformulación de la actividad  basada en los recursos disponibles.

Será de suma importancia gestionar correctamente la comunicación del enoturismo con los clientes e informar, cuando ya se pueda abrir, que se cumplen con las garantías de seguridad e higiene sanitaria.  “Romper el tabú de no hablar de temas como la limpieza o la seguridad y hacerlo abiertamente para venderlo como un valor añadido, porque el cliente va a poner la lupa en ello”, destacaron.

El nuevo enoturismo deberá contar con más actividades y experiencias centradas en el viñedo y al aire libre. “Después de muchos años con el discurso centrado en la bodega, llega el momento de poner en valor el viñedo como espacio de ocio y disfrute”, enfatizaron.

Otro punto que destacaron los expertos en Enoturismo es una mayor personalización: es probable que muchos visitantes huyan de grandes grupos y quieran disfrutar de su experiencia enoturística de forma privada o semi-privada, por lo que "tendremos que mejorar nuestra capacidad de personalizar la experiencia del visitante".

Higiene, higiene e higiene. Y más higiene, destacaron enfáticamente. Las medidas de higiene en el enoturismo: no sólo será necesario implantarlas, sino también transmitirlas al cliente antes y durante su visita. Además de limpiar y desinfectar con mayor frecuencia las áreas turísticas, deberá percibirse en todo momento que la bodega cumple con estrictos estándares de higiene y seguridad sanitaria, tanto en los procesos de elaboración del vino como en su faceta enoturística.

Será necesario desarrollar campañas de promoción mucho más cercanas e imaginativas. "Un menor volumen de viajeros no tiene por qué ser algo negativo si sabemos cómo rentabilizar al máximo cada visita. A veces, menos es más", sostuvieron.