Dark Kitchen: cocinas a puertas cerradas como salida a la crisis
Venían realizando reparto a domicilio y ahora, crecen en demanda.
Con la cuarentena, el sector de la Gastronomía ha dejado en evidencia los distintos niveles de prestación de servicio y premios de cada restaurante.
Sin embargo, lo que ha pasado es que los establecimientos tradicionales (con mesas a la calle, servicio de camareros y detalles de hotelería), tuvieron que adaptarse a otro formato en los que otros emprendimientos gastronómicos estaban mejor entrenados.
Se trata de las cocinas escondidas, a puerta cerrada o dark Kitchen, que a partir de la cuarentena han pasado a convertirse en el futuro, al ser cocinas creadas para cocinar y hacer servicio delivery.
Las dark Kitchen se han dado en todos los países y aumentaron con el auge de los repartos de comida a domicilio.
Es un modelo de negocio más económico y rentable: no tiene mesas, sillas, ni camareros. Sólo poseen una cocina y un chef a cargo.
Además se cocina por pedido. Con buenas condiciones sanitarias tienen un espacio para preparar alimentos y algunos realizan cursos de cocina y talleres lo que permite tener un contacto directo con el cocinero.
Ante la situación que involucra a la gastronomía en la mayoría de los países del mundo, las dark Kitchen incrementaron sus ventas.
De la mano del servicio de delivery, las cocinas escondidas ahora se potencian como una alternativa que no ha sufrido grandes modificaciones a su habitual función.
