Las flores comestibles aportan colores, sabor y vitaminas

En Patagonia, se consumen algunas variedades silvestres.
lunes, 22 de junio de 2020 · 12:19

Las flores comestibles son alimentos vegetales naturales y contienen variados nutrientes para un alimentación saludable.

Los expertos aconsejan  usarlas frescas. En el caso en que se necesite almacenarlas se deberán guardar las flores comestibles en la heladera, previamente envueltas en toallitas de papel húmedas y dentro de un recipiente hermético.

Al usarlas se deberá volver a enjuagar cada flor con agua y secar. Pueden usarse crudas en ensaladas o agregarse a aperitivos o salsas.

Entre las flores comestibles más utilizadas, la lavanda marida en vinagretas y se puede espolvorear en el arroz. La begonia aporta un sabor alimonado y va muy bien para acompañar carnes y quesos.

Una de las flores preferidas por los chefs más renombrados es el taco de reina. Es muy vistosa  gracias a su color naranja o rojo y por su sabor picante.

Pero también, además de las flores se pueden usar los mal llamados “yuyos “, como la cerraja, acedera, tréboles, berro, cardos, malva.

El estudioso  ecólogo Eduardo Rapoport, que vivió en Bariloche bautizó a estas plantas como  “buenezas”.  Entre ellas identificó el geranio de Magallanes y sobre todo le dio mucha importancia al diente de león, del que utilizó la parte blanda de la hoja para ensaladas, frituras o sopas. Y hasta ravioles. 

Muchos  estudios sobre estas plantas se nutren de los saberes ancestrales de pueblos originarios. Al respecto, la médica neuquina Adriana Marcus trabajó s junto a comunidades mapuches de la Patagonia y clasificaron nueve malezas que poseen usos medicinales.

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