Tarta Sacher, una joya de la pastelería austríaca

Inspirada por un joven pastelero, es símbolo de la ciudad de Viena.
lunes, 22 de junio de 2020 · 14:25

Aunque su historia comenzó en 1832, todavía hoy no hay turista que se precie que no pase por el hotel que lleva su nombre para probarla.

La tarta Sacher fue un pedido del príncipe Clemens Wenzel Lothar von Metternich quien solicitó un postre especial para sus huéspedes.

Fue el memorable día en que Franz Sacher, quien por ese entonces era un joven aprendiz, tuvo que reemplazar al jefe de cocina de la Casa Real Austriaca, que había enfermado repentinamente.

Con 16 años asombró a los presentes con este pastel de chocolate relleno con dulce de damascos que pasó a ser algo más que una simple tarta.

Doce años después, Sacher logró independizarse y tener su propio local de pastelería. Y tuvo gran éxito. Finalmente la torta fue perfeccionado por el hijo Eduard. Este joven fue aprendiz de repostero en Demel, una importante pastelería de Viena, donde transmitió la receta familiar original. Y esto ocasionó una disputa.

Todo fue por la cantidad de capas de mermelada que llevaría la torta. Finalmente, se resolvió en 1963 . La Demel lleva un sello de calidad en forma de triángulo.

La Tarta Sacher está considerada como uno de los dulces más famosos de la pastelería. Aunque la receta creada por los Sacher lleva damasco, en otros sitios se realiza con mermelada de frutillas o frambuesas, cubierta por chocolate glaseado y acompañado de crema chantilly.

La tarta Sacher consiste en dos planchas gruesas de bizcocho de chocolate separadas por una fina capa de mermelada de damasco. 

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