Peligra el futuro de los restaurantes históricos de Madrid

Por la pandemia no pueden abrir. Temen perder recetas y tradiciones.
viernes, 5 de junio de 2020 · 09:11

No sólo son locales gastronómicos sino que por sus espacios ha pasado historia, se han reunido políticos, escritores y artistas y sobre todo han sabido cuidar y hacer perdurar la cocina española como atractivo turístico.Con la llegada de la pandemia por el COVID-19, cae sobre los 12 restaurantes centenarios de Madrid el peligro de que no puedan volver a abrir. Alguno de ellos, con 300 años de historia.

La Bodega de Ardosa, por ejemplo es uno de los lugares más emblemáticos, creado a finales del siglo XIX, cuando Rafael Fernández decide abrir en la capital española una bodega para vender el vino que hacía en Toledo. Aunque hubo varias sucursales, hoy perdura el local de la calle Colón. Su tortilla de papas es de las más conocidas del mundo.

Ante el cierre impuesto por la cuarentena, la Asociación de Tabernas y Restaurantes Centenarios de la Comunidad de Madrid solicitó ayuda para seguir "ofreciendo un servicio de calidad y prestigio a Madrid y a España con proyección mundial, transmitiendo de generación a generación nuestra cocina tradicional".

Estos bares han llevado a España a un lugar de preponderancia en el mundo en distintas disciplinas. El Café Gijón (creado en 1888), por ejemplo, es famoso por sus encuentros literarios y es allí donde se entrega el premio anual de novela homónimo fundado por Fernando Fernán Gómez.

También por sus creaciones culinarias ya que muchas de ellas han trascendido fronteras como lo son las gambas de La Casa del Abuelo, los guisos de Casa Alberto , los vinos de Casa Pedro o la Taberna Antonio Sánchez.

La preocupación reside en que cada uno de estos lugares centenarios ocupan locales emblemáticos, tienen muy poca capacidad, no poseen terrazas y sus productos no pueden venderse por delivery  debido a que no es rentable, por su poca demanda.

El propietario de uno de los bares centenarios Casa Alberto, Alfonso Delgado, sostiene que  ellos se fueron adaptando a las distintas crisis que sucedieron a lo largo de la historia aunque resaltó que “ esta pandemia es incontrolable" y que el cierre de estos locales significaría otras tragedias.

"Sería la pérdida gastronómica de recetas que pasan de generación en generación y de todas las historias que encierran sus paredes".

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