Un clásico de la cocina francesa: sopa de cebolla

Plato de noctámbulos, también fue muy popular en las cortes europeas.
lunes, 13 de julio de 2020 · 14:25

Cuenta la historia que la sopa de cebolla era el plato de los noctámbulos, servía para dar calor en las largas noches de trabajo y podía comerse sobre una rodaja de pan estando de pie, en un breve descanso.  

Incluso, el escritor de “Los tres mosqueteros”, el francés Alexandre Dumas, llegó a decir que era “una sopa muy querida de los cazadores, gente de mala vida y venerada por los borrachos”.

Estanislao Leczinski quien fuera rey de Polonia en dos mandatos, la descubrió en una cantina francesa y ayudó a popularizarla en la corte. No habría fiesta de allí en adelante que no terminara con una ración de sopa de cebollas.

Hay una versión de sopa de cebolla en la edición más antigua de un libro de cocina del siglo XIV, llamado Le viandier, de Taillevent conservado en la Biblioteca Nacional de Francia.

Para preparar la sopa se usan cebollas dulces cortadas en juliana. En una cacerola grande se calienta aceite de oliva y se le agrega manteca.

Una vez derretidas la materia grasa se introducen las cebollas y ajo picado, además de salpimentar a gusto. La sal hará que las cebollas suden y se ablanden. Revolver con cuchara de madera hasta que la cebolla esté traslúcida. Esta parte del proceso llevará unos 25 minutos a fuego suave.

Espolvoreamos dos cucharadas de harina en la cazuela. La harina con la cebolla y la manteca  ayudará a espesar la sopa.

Se añade un chorrito de brandy y se deja que evapore. Luego se le agrega caldo de carne, de pollo o verdura y se lleva ebullición. Dejar 20 minutos a fuego muy suave. La sopa de cebollas se toma con  pan untado en ajo. Se puede espolvorear con queso rallado de tipo gruyere y gratinar al horno. Y voilá!

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