Matías Morcos, el joven enólogo mendocino revelación
Elabora vinos originales con las uvas Criolla, Moscatel y Bonarda.
Apareció para sorpresa de los enofans en las ferias de vinos más renombradas de Buenos Aires hace apenas unos tres años y sorprendió por sus vinos, por su entusiasmo y por su juventud.
Tiene 24 años y se llama Matías Morcos. Es un joven enólogo que se dedicó a trabajar en viñedos casi abandonados que tenían vitis de las cepas como la Criolla, la Bonarda y la Moscatel que no son tan usadas.
Y con ese objetivo nació su línea de vinos que lo catapultó como “enólogo revelación del año” en la Guía Descorchados 2020, del experto Patricio Tapia.
Matías es licenciado en Enología y pertenece a una familia de enólogos que, hace 50 años llegó del Líbano a la Argentina, se instaló en Mendoza y organizó una cooperativa de trabajo, según cuenta en una nota realizada para el sitio Agrofy News.
“Todos juntos abrieron una bodega, así que vengo de una tradición familiar que elabora mucho vino a granel que es el que otras marcas ponen en su botella”.
El joven habita en una zona de Mendoza, alejada en distancia y donde hay hectáreas con variedades distintas a las del Valle de Uco y Luján de Cuyo, donde están instaladas las bodegas más conocidas para el consumidor medio.
“Tengo interés en revalorizar la zona para que se entienda que Mendoza tiene más para ofrecer que sólo Malbec”.
Después de un viaje a Chile donde pudo ver cómo revalorizaron a la cepa criolla, empezó a mirar con otros ojos los viñedos de criolla que tiene la familia. Entonces, este joven enólogo comenzó a trabajar con uva moscatel y uva criolla, y luego, con la variedad bonarda, sin agregado de químicos y con cosecha manual. Ahora produce Criolla, moscatel rosado, Bonarda tinto y Bonarda blanco y de cada una sólo 1000 botellas por año.
