Ñoquis para todos los gustos: de ricota, de papa y sin gluten
Fáciles de preparar, también hay opciones para celíacos.
Son un clásico de cada 29, en cualquier época del año. Y es que los ñoquis, aún en verano, son una alternativa deliciosa para todos los gustos y que, además, sigue la tradición.
La costumbre de comer ñoquis y colocar un billete o una moneda bajo el plato viene del siglo VIII, cuando el entonces joven Pantaleón, mucho antes de ser canonizado por sus curas milagrosas, peregrinó por Italia.
En un momento en que padecía hambre, fue recibido a la mesa de unos campesinos quienes, generosamente, compartieron un plato sencillo elaborado con papa, harina y agua. Pantaleón, en agradecimiento, les auguró un buen año. Eso fue un día 29.
Aunque ha pasado mucho tiempo desde aquel entonces, la costumbre de comer esta exquisita preparación culinaria persiste, aunque con nuevas recetas y alternativas.
Algunas cocineras tradicionales de Argentina, país en donde es muy habitual comer esta pasta, brindaron recetas a base de papa, como la receta de Doña Petrona. En cambio, la de ricota se hizo popular por la periodista y cocinera Blanca Cotta.
En este caso, se usan 500 gramos de ricota, 150 de harina, dos yemas y 50 gramos de queso parmesano rallado. Se deberá tamizar la ricota para que tenga la menor cantidad de líquido y que quede bien la receta.
Luego, hay que agregar la harina, las yemas y el queso rallado, y mezclar. Posteriormente, se deben tomar pequeños trocitos y moldearlos con las manos, dejarlos en placas con harina y llevarlos a agua hirviendo. Es sencillo: se retiran una vez que salen a la superficie con una espumadera, para que no se desarmen.
Pero también hay opciones para celíacos. En este caso, se deberá reemplazar la harina por una premezcla especial, elaborada con una variedad de harinas sin gluten (de maíz, de soja, de arroz, entre otras) y hacerlos de papa, acelga o remolacha. En los dos últimos casos, se deberá mezclar con las papas previamente hervidas y hechas puré.
