Tras 10 meses, reabre al turismo la Cueva de las Manos, patrimonio de la humanidad

Sus pinturas rupestres muestran la vida en la antigüedad patagónica.
lunes, 1 de febrero de 2021 · 15:41

Se llega desde la ruta nacional 40, una de las más emblemáticas del continente. Y desde allí, en medio de la estepa santacruceña, se accede al Parque Provincial Cueva de las Manos, uno de los sitios declarados por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

No es para menos: la Cueva de las Manos, ubicada en la provincia de Santa Cruz, a la vera del río Pinturas, cuenta con más de 9 mil años de antigüedad y en su interior hay testimonio del hombre con cada una de las pinturas rupestres que le dieron nombre al lugar. El Parque Provincial está ubicado entre Perito Moreno y Bajo Caracoles y, por estos días, después de 10 meses de restricciones, abre sus puertas al público.

Para ello, según anunciaron a través del portal provincial, cuenta con todos los protocolos necesarios de bioseguridad para un turismo responsable. Habrá visitas guiadas en dos horarios a la mañana y dos a la tarde, solo para grupos que no superen las 10 personas. Al respecto, la secretaria de Estado de Turismo de Santa Cruz, Valeria Pellizza, destacó que este sitio es patrimonio cultural de jerarquía internacional.

La Cueva de las Manos guarda en su interior toda la historia. Son 600 metros de aleros con pinturas donde se encuentra la cueva de 10 metros de altura por 15 metros de ancho. En ella se encuentran las improntas de manos de hombres, mujeres y niños de la prehistoria. También hay escenas de caza y motivos geométricos policromáticos. El lugar es un excelente paseo, ya que cuenta con guías locales y la administración de la Municipalidad de Perito Moreno que se ocupa de brindar detalles de valor interpretativo.

Fuente: (Ruta 33)

Detalles únicos

Llama la atención entre los estudiosos que, en la antigüedad, precisamente en la fecha en que se habría realizado, no existía forma alguna de pintar. Sin embargo, los especialistas sostienen que los antiguos pobladores conocían secretos y propiedades de la vegetación, ya que usaron cortezas o raíces, lo que permitió que el color perdure sobre las rocas hasta la actualidad. Se considera el lugar como un sitio de ciencia internacional el cual aporta información muy relevante sobre los primeros grupos de personas cazadoras que existían en América del Sur. 

En las pinturas también se pueden observar detalles de la región y de la vida cotidiana, como un río que atraviesa una quebrada o figuras humanas en interacción con animales y también con la naturaleza.

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