Canopy: la disciplina que suma adeptos para volar entre los árboles
Nació en Costa Rica y hoy se practica en Colonia Suiza y en La Angostura.Es una práctica recreativa que nació en Costa Rica, país pionero en medioambiente que buscó una manera de recorrer el bosque sin dañarlo. Así nació el canopy, que en inglés significa dosel, la parte más frondosa de los árboles.
Y es que el canopy consiste en nada menos que volar a través de un sistema de tirolesa entre los árboles. Puede considerarse un deporte, ya que puede construirse como un circuito de cables de acero, que van de árbol a árbol, por donde uno se puede deslizar.
Cuenta con variadas medidas de seguridad como casco, guantes, arneses para sostener y sujetar el cuerpo y las líneas de vida, herramientas fundamentales que sirven como una cadena de seguridad. Más allá de los detalles técnicos, esta actividad proporciona una experiencia única, ya que el turista puede deslizarse por el aire muy cerca del cielo y también de los árboles, para reconocer el paisaje desde las alturas.
En lo alto del Cerro López
Uno de los más conocidos es el circuito de canopy que se encuentra sobre el Cerro López en Colonia Suiza, Bariloche. En este caso, la actividad dura 2 horas. Se inicia con una capacitación que brindan los guías en la base para conocer las técnicas para deslizarse de forma segura. Una vez que se coloca el equipo, se accede al primer puesto en vehículo doble tracción. Allí abundan los coihues de más de 250 años.
Fuente: (Sir Chandler)
Este canopy tiene un recorrido de 1.500 metros, lo que lo convierte en uno de los más extensos de toda América del Sur. Se realiza por tramos de un puesto a otro: son construcciones en la altura de los árboles donde se llega y desde donde se parte al próximo sitio. Es apto para la familia y los más chicos no pueden hacerlo solos, sino que tienen que realizar el recorrido en tándem con un instructor.
El recorrido se realiza en verano pero también en invierno, mientras cae la nieve. También se puede realizar en el Cerro Bayo en Villa La Angostura y en la zona de Potrerillos, en Mendoza. Son varios los que ya construyen estos circuitos en distintos puntos del país.