Conocé por qué no cortar el pasto podría salvar el medio ambiente

La cantidad de recursos que las personas utilizan en sus jardines para mantener el pasto verde, sano y recortado está muy lejos de garantizarles un ambiente sustentable. El impacto ecológico que genera lograr que el jardín luzca sacado de una revista es tan grande que lo convierte al césped en la especie menos natural que podría existir en un hogar.

Los herbicidas, pesticidas e incluso fertilizantes artificiales son productos que se utilizan habitualmente para mantener el pasto natural, que suele cubrir una gran superficie del jardín. Estos productos químicos no solo son perjudiciales para la salud de los humanos o animales, también afectan al medio ambiente.  

Las sustancias que se aplican en los espacios con el fin de que conserven su aspecto verde están lejos de ser sustentables. Los expertos en plantas aseguran que al ser absorbidos por la tierra pueden llegar a cursos de agua, como es el caso de los ríos, estanques o arroyos cercanos.  

Los productos químicos no son la única herramienta que les permite a las personas mantener el pasto natural impecable en cualquier época del año. Tanto la cortadora de césped como la desmalezadoras o el escarificador también forman parte de los elementos que no deberían faltar en el jardín.

Sin embargo, el uso constante de esta maquinaria puede dejar una huella importante de carbono en el ecosistema. Según una investigación realizada en los Estados Unidos por la Comisión de Calidad Ambiental de Texas, en solo 60 minutos pueden producir la misma contaminación que una persona que conduce en su auto durante cuatro horas.  

Una de las razones más obvias por las cuales el pasto natural no ayuda a cuidar el medioambiente es la cantidad de agua que se utiliza para mantenerlo sano y verde todo el año. Solo en el Reino Unido se demostró que los habitantes gastan alrededor de dos metros cúbicos por semana, para que sobreviva a los intensos días de verano.