Ikebana: así es la técnica japonesa que propone relajarse haciendo arreglos florales

La sociedad japonesa decidió transformar los arreglos florales para otorgarles la importancia que se merecen. Lejos de ponerlos en un recipiente con el fin de decorar algún espacio del hogar, crearon una técnica que les permite reducir la velocidad de su rutina diaria para comenzar a relajarse y disfrutar del aroma que emanan los capullos o tocar las distintas texturas que tienen los pétalos. Se conoce alrededor del mundo como ikebana. 

Muchos expertos aseguran que el ikebana es una tradición que se originó cuando el budismo se expandió desde Corea hasta Japón y China. Sin embargo, antes de que la religión impulsara esta técnica ancestral en algunos países de Asía, era común que las personas armaran arreglos florales con el fin de brindárselos a alguien como un obsequio u ofrenda. 

Con el transcurso de los años, el ikebana se convirtió en un arte que permite unir los conceptos que rodean al ser humano con su espíritu y el contacto con la tierra. Los elementos que se eligen en los arreglos de esta técnica milenaria se caracterizan por brindar una experiencia, desde la altura de las flores hasta los contrastes que genera combinar capullos más delicados con otros rústicos, y esto es un factor que ayuda a que esta técnica japonesa sea tan popular alrededor del mundo.   

Las personas que realizan ikebana aseguran que es interesante descubrir cuánto empeño y dedicación se puede poner en un proceso artístico. Una vez que está listo el producto queda a la vista que el esfuerzo valió la pena y es realmente una espectáculo para los ojos.

Aunque a través de la mirada de alguien ajeno a esta técnica japonesa puede parecer un par de flores colocadas sobre una superficie, al poner en práctica el cuidado y la precisión que se requieren, se rompe cualquier prejuicio.