Descubrí por qué necesitás una planta de albahaca en la cocina

Construir en la cocina un jardín de hierbas aromáticas es la mejor garantía para condimentar una gran variedad de platos con especias frescas, sabrosas y repletas de propiedades que resultan beneficiosas para el organismo, durante todo el año. Gracias a que los aromas mediterráneos son los más elegidos por las personas alrededor del mundo, la albahaca se convirtió en una de las plantas predilectas para cultivar en los espacios culinarios del hogar.

Aunque suele relacionarse con la gastronomía italiana, el ocimum basilicum es oriundo de la India, razón por la cual crece con facilidad en los climas más cálidos, en los cuales el sol se encuentra muy presente. Debido a que pueden prosperar tanto en macetas como en contenedores para huertas urbanas, suelen adaptarse a cualquier vivienda, sin importar su tamaño.

A pesar de que el ocimum basilicum es la especie más conocida, ya que la gran mayoría de las personas la reconocen rápidamente por el inconfundible olor que emana y el intenso color verde de sus hojas, muchos cocineros amateur desconocen que esta hierba culinaria es parte de una familia muy amplia. Entre las todas las opciones que existen, los chef profesionales destacan: el tulsí, el limón thai, el basilico genovese y albahaca canela.

Esta característica la convierte en una planta aromática perfecta para quienes no son muy fanáticos del sabor tradicional de este ingrediente tan utilizado en la gastronomía italiana o quieren probar algo distinto, ya que todas sus variedades brindan una experiencia nueva para el paladar.

Aunque los expertos en plantas culinarias reconocen que el ocimum basilicum se convirtió con el paso de los años en una de las hierbas aromáticas más fáciles de cultivar en la casa, esto no quiere decir que las personas que optan por sumar esta especie a su huerta no tienen que cumplir con ciertos requisitos básicos para que pueda prosperar en un ambiente urbano.

Para que la albahaca sobreviva en el interior del hogar, solo necesita una temperatura estable, luz indirecta, sustrato húmedo, buen drenaje y un fertilizante orgánico que la ayude a incorporar todos los nutrientes indispensables para su desarrollo. También es importante podarla cada dos semanas, retirar las flores que crecen e incluso tener a mano remedios caseros para controlar las plagas y evitar futuras enfermedades.