La vida de Diego Villar después del retiro
Habló en una entrevistaDiego Villar construyó su edificio futbolístico en el fútbol argentino, cuya cumbre se instaló en Godoy Cruz. El Tomba fue el hacedor por excelencia de este jugador que despertó deleite entre los fanáticos de la esférica.
El Barbudo formó parte del proceso que permitió el enquistamiento del conjunto mendocino en primera división. Allí compartió plantel con Carlos Sánchez, Sebastián Torrico, Alfredo Tito Ramírez, Leandro Caruso y otros players más.
Si bien nació futbolísticamente en Newell´s Old Boys, Pimpinela Villar llegó a Racing en la temporada 2012-2014, gracias a su eclosión en el combinado cuyano.
Después, el mediocampista rosarino tuvo pasos circunstanciales y sin tanto vuelo futbolístico en Defensa y Justicia, Unión de Santa Fé, Aldosivi e Independiente.
Está claro que el retiro representa todo un obstáculo para los jugadores. Algunos lo saben canalizar y a otros les cuesta alejarse de la actividad profesional deportiva.
En la actualidad, Villar es dueño de un local de golosinas en Mar Del Plata y contó detalles de esto en una nota brindada a Olé: "Me fui adaptando. Esto era jugársela en la Argentina. Me tocó abrir con un dólar a 25 y hoy en día se fue por las nubes. Acá todos los días es aprender algo nuevo".
Cuando fue consultado sobre el rédito económico del negocio, el ex jugador respondió: "No nos podemos quejar. Ahora estamos en plena temporada, es verano, así que trato de estar y atender todos los días. Es un local familiar y bienvenida sea la gente, porque hasta el momento nos fue como esperábamos".