Inter de Porto Alegre en crisis económica por coronavirus
El equipo que dirige Coudet tomará medidas financieras.
La pandemia por coronavirus mantiene en vilo a todo el mundo y en el deporte, además de verse afectado la organización del calendario de las principales competencias, también se ven perjudicadas las instituciones desde el lado económico. Por eso, el Inter de Brasil afronta una serie de medidas para no caer en un default financiero.
Si bien el primer foco está puesto en la salud, también todo el planeta especulan con los estragos económicos que conlleva el COVID-19. Una de las instituciones sudamericanas que más advierte al respecto es el conjunto de Porto Alegre, dirigido por Eduardo Coudet.
Pese a que en el país brasileño no se decretó el aislamiento obligatorio, los clubes y comercios se ven afectados por la poca circulación de la población. Con partidos sin jugarse, los ingresos ordinarios del Internacional (como la venta de entradas, premios deportivos, apuestas deportivas y varios más) son nulos y desde la institución planean tomar medidas al respecto.
El principal plan del elenco Colorado es buscar un acuerdo con los futbolistas para reducir momentáneamente los sueldos (acción que varios clubes europeos tomaron como el Bayern Munich y que recién los brasileños incluirían en el continente) y también anticipar vacaciones para abril (teniendo en cuenta que la crisis sanitaria difícilmente cese a fines de marzo).
La dirigencia, que también prescindiría de un porcentaje de sus salarios, se juntarán con los argentinos Andrés D'Alessandro y Víctor Cuesta y con el delantero el peruano Paolo Guerrero, tres de los referentes más importantes del plantel portoalegrense.
En Brasil en las útimas horas se ha levantado una fuerte controversia ante los dichos del presidente Jair Bolsonaro que continúa minimizando la crisis sanitaria, situación que al Inter le pegó de cerca, con el caso confirmado de su mandatario Marcelo Medeiros, positivo de COVID-19.
Bolsonaro cuestionó a los gobernadores brasileños que decretaron el cierre de los comercios y se manifestó contra las medidas preventivas de la Organización Mundial de la Salud. En el país, en cuestión de horas se dispararon las cifras, con 46 fallecidos y 2201 infectados a raíz del virus, que preocupa y mucho en la favelas por el aglomeramiento.
