Por coronavirus Parma y Spal esperaron más de una hora para jugar
La epidemia continúa generando modificaciones en el fútbol italiano.Desprolijidad total en la Serie A. Con los interrogantes respecto a la situación que atraviesa Italia con los casos de coronavirus, el torneo italiano había tomado la decisión de que la fecha 26 del certamen se jugara con normalidad, aunque sin público en los estadios, para evitar la propagación de la enfermedad.
Lo insólito ocurrió en el estadio Enio Tardini. Los jugadores del Parma y la SPAL, que debían haber comenzado este domingo a las 12.30 (hora italiana, cuatro horas menos en la Argentina) su partido, se tuvieron que quedar un largo rato en el túnel de vestuarios a la espera de la confirmación de la Federación italiana (FIGC) sobre la suspensión o no de la competición transalpina por la amenaza del COVID-19.
Alrededor de una hora se atrasó el inicio del encuentro, hasta que finalmente, el juego fue reprogramado para las 13.45 (9.45 en nuestro país). Lo único que mantuvo tal lo previsto es que el juego se disputara a puertas cerradas, como medida de precaución para controlar la expansión del brote del virus en el norte del país.
El ministro de Juventud y Deportes de Italia, Vincenzo Spadafora, se mostró a favor de la suspensión. "No tiene sentido en este momento, mientras pedimos enormes sacrificios a los ciudadanos para evitar la propagación del contagio, poner en peligro la salud de los jugadores, árbitros, técnicos y aficionados que seguramente se reunirán para ver los partidos sólo por no suspender temporalmente el fútbol y afectar a los intereses que giran en torno a él", señaló en una nota oficial que publicó el periódico italiano La Repubblica. Así, instó a la FIGC a que pare la competición. "Creo que es el deber del presidente de la FIGC, Gabriele Gravina, una reflexión, sin esperar al primer caso de contagio entre los futbolistas y asumir esta gran responsabilidad".
Varios protagonistas también se mostraron en contra de la continuidad del fútbol, como lo manifestó públicamente Mario Balotelli, el delantero tano que defiende la camiseta del Brescia. "No quiero arriesgarme a enfermar por entretener a alguien", aseguró el goleador y agregó: "Me encanta el fútbol, más que a ti, pero jugar significa viajar en autobús, tren, avión, dormir en un hotel, seguir en contacto con otras personas fuera de tu sociedad laboral. Ya no veo a mis hijos por este maldito virus porque, como saben, no viven en Lombardía y ya es desconcertante y triste para mí".
Esta madrugada, el Gobierno italiano anunció la prohibición por decreto de entradas y salidas de la región de Lombardía y otras 14 regiones consideradas hasta el momento "zonas rojas" desde el 8 de marzo y hasta el 3 de abril, tiempo suficiente para detectar cualquier posible nuevo caso del coronavirus.