La medida que Rosario Central planea imitar del Real Madrid por coronavirus
El conjunto rosarino piensa en la vuelta la actividad.
Ni en Argentina, ni en España se sabe cuándo volverá el fútbol. En la mayoría de los países afectados por el coronavirus, la continuidad de las competencias deportivas son una gran incógnita y ante este marco, varios equipos tratan de adelantar medidas, como ocurrió en Rosario Central.
La Copa de la Superliga se frenó apenas disputada la primera fecha (salvo River - Atletico Tucumán en una decisión que generó revuelo) y la pelota volverá a girar cuando el virus arroje cifras positivas y desde el Gobierno lo permitan. Claro está que parece inminente que el retorno se dará en principio sin público en las tribunas, por lo que en el Canalla tomaron cartas en el asunto.
Sin fechas estimadas, ni medidas claras, Ricardo Carloni, vicepresidente del conjunto rosarino, admitió que están trabajando para que puedan hacer de local en el predio de Arroyo Seco, una vez el fútbol se reanude.
En diálogo con Télam, el directivo de Central afirmó: "No tenemos tomada la decisión de jugar en Arroyo Seco por ahora, pero sí es una posibilidad encaminada que estamos evaluando y sobre la que tenemos que consultar con el cuerpo técnico y los jugadores, en caso de que los partidos se jueguen sin público".
El predio mencionado está ubicado a 32 kilometros de Rosario. Según Carloni, esta mudanza le significaría al equipo que dirige Diego Cocca gastar "una tercera parte" de lo que demanda abrir el Gigante de Arroyito, que hoy cuesta "entre 500 mil y 600 mil pesos" por partido.
De esta forma el Canalla optaría por una determinación que tomó el Real Madrid, quienes dejarían el Santiago Bernabéu (además de los gastos evitados, para aprovechar y hacer refacciones) y hacer de local en el predio Alfredo Di Stéfano.
Arroyo Seco podría habilitarse sin inconvenientes ya que cuenta con una capacidad de 10 mil espectadores, vestuarios y palcos de prensa, aunque como manifestó el dirigente de Rosario Central, primero deberán dar el visto bueno el plantel profesional y luego, si el fútbol vuelve sin gente en las tribunas, las autoridades.
