El verdugo de Argentina en 2014 que se quedará sin club al finalizar la temporada
Así lo comunicó el presidente de la institución.
El domingo 13 de julio del 2014 marcó un antes y un después en la vida de todos los argentinos. La ilusión era mucha; en la tierra del máximo rival, con la figura en su mejor esplendor y ante un histórico contrincante en finales mundialistas. Todo se desvaneció cuando a pocos minutos de los penales, Mario Götze le dio el Mundial a Alemania.
No había sido titular en el certamen y tampoco en el partido decisivo. El volante ingresó sobre el final del tiempo reglamentario por Miroslav Klose y en tiempo suplementario, paró con el pecho un pase desde la izquierda de André Schürrle y clavó la pelota con la zurda en el arco defendido por Sergio Romero.
En ese momento, un Maracaná repleto le auguraba al mediocampista un futuro brillante. Sin embargo, la carrera de Götze sufrió varias mermas físicas y futbolísticas.
Perdió lugar en el Bayern Munich y regresó al Borussia Dortmund, su club de origen, a mediados de 2016, luego de varios lesiones (la más grave fue una rotura ligamentaria en uno de sus tobillos). Ahora, con el regreso de la Bundesliga, las malas noticias parecen continuar para el teutón.
El futbolista de 27 años integra el banco de suplentes del compromiso del Dortmund ante el Wolfsburgo, por la jornada 27 del certamen alemán, pero según aseguró este sábado Michael Zorc, director deportivo del club, serán los últimos partidos de Sunny en el Borussia.
"Mario es realmente un buen tipo y tomamos la decisión juntos después de una conversación, por lo tanto nuestra relación laboral culminará luego de esta Bundesliga", confesó el dirigente con la agencia de noticias DPA, sobre el futuro del volante germano.
Relegado en el equipo titular y tal como confesó Zorc, el mediocampista ofensivo tiene claro que si quiere sumar minutos debe hacerlo lejos de Alemania. Medios locales ya comentaron el interés de clubes italianos como Lazio, Milan o la Roma, que ante estas declaraciones, se moverán para quedarse con el último gran verdugo de Argentina.
