Insólito: los motivos por los que suspendieron el fútbol en Perú horas después de su renudación
El torneo quedó cancelado de momento.
"Raro, extraño o desacostumbrado", así describe la RAE (Real Academia Española) al término insólito. Bueno, un poco de eso -por no decir todo- es lo que sucedió en Perú con el regreso a la actividad.
Es que, siguiendo los pasos de Brasil y México, los peruanos decidieron poner primera y reanudar sus competencias tras un largo parate provocado por la pandemia de coronavirus (cinco meses).
La expectativa en el torneo incaico era mucha y estaba centralizada en el compromiso que abría la séptima jornada entre Cantolao y Universitario. El partido terminó igualado en cero y lo más llamativo ocurrió en la previa, algo que finalmente provocó la cancelación del certamen.
El partido -como decretó la organización de la Liga 1- se jugó a puertas cerradas, pero cientos de hinchas no tuvieron mejor idea que juntarse en las afueras del estadio Nacional de Lima en una suerte de banderazo de apoyo. ¿El saldo? Todo se salió del supuesto protocolo: hubo fuegos artificiales, bengalas, corridas e incidentes con la policía.
Las imágenes del lamentable suceso se viralizaron en cuestión de minutos y, a raíz de eso, el Instituto Peruano del Deportes anunció antes de la medianoche que suspendió los encuentros restantes de la jornada, que se debían jugar entre el sábado y el lunes.
"Los incidentes producidos durante el día de hoy por supuestos hinchas del fútbol nos obligan a reevaluar la implementación de las medidas de seguridad adoptadas para el reinicio del campeonato. El IPD rechaza y deplora los hechos suscitados hoy":
De esta manera, enfatizando en que se pensó durante tres meses cómo reanudar el certamen, cierra el duro escrito que fue avalado por la Federación Peruana de Fútbol y apunta a los simpatizantes que causaron los disturbios.
Cabe señalar que en Perú la situación alrededor de la crisis sanitaria es muy delicada. Con 33 millones de habitantes, el país andino es el segundo más afectado del continente, por detrás de Brasil, y al 8 de agosto registra más de 460.000 casos de coronavirus y supera los 20.500 fallecidos.
