ARGENTINA
No se alejó tanto del ring: así es la vida del Chino Maidana tras haberse retirado del boxeo
El santafesino colgó los guantes, pero lejos estuvo de alejarse del boxeo.Difícil será para los argentinos fanáticos del boxeo olvidarse de uno de los peleadores que mejor representó la bandera sobre el ring, como es el caso de Marcos Chino Maidana. El boxeador oriundo de Margarita, Santa Fe, ha logrado dar excelentes actuaciones y llegó a ser campeón mundial, pero lo que más recuerda la gente fue su combate con Floyd Mayweather.
El santafesino tuvo dos capítulos con el que muchos consideran el mejor boxeador de la historia moderna, en los cuales hizo paralizar un país para ver un combate de semejante magnitud. Si bien el Chino Maidana no pudo llevarse la victoria en ninguno de los casos, se ganó el reconocimiento de la gente. ¿Y a qué se dedica ahora que está retirado?
El pugilista de Margarita colgó los guantes, pero no se alejó totalmente del deporte, ya que junto a Gustavo Arce, dueño de la marca de ropa “Agustino”, crearon "Chino Maidana Promotions". La empresa que busca exportar el talento argentino del boxeo tanto en el país como fuera del mismo.
Con la misma, el Chino Maidana le ha dado la oportunidad de darse a conocer a muchos pugilistas e incluso cerró tratos increíbles. Pudo llevar su agencia de promoción a un reality y firmó concepciones con clubes atléticos, con el caso de Boca Juniors como su sociedad más importante en cuanto a renombre.
El Chino Maidana y un mimo a su tierra natal
Otra cosa para destacar del santafesino en su nuevo rol como agente de promoción de boxeadores, es que pudo dar a conocer a varios talentos locales e incluso darse un gran gustito. De la mano de su empresa, organizó veladas que fueron transmitidas por la Televisión Pública de Argentina y, sobre todo, las llevó a donde él quiso.
Una de las locaciones elegidas por el Chino Maidana para semejantes eventos fue justamente su Margarita Natal. Allí, utilizó como escenario el Centro Social Sarmiento y le brindó a la gente de su comuna la posibilidad de presenciar combates de alto vuelo sin la necesidad de viajar hasta Buenos Aires, donde suelen ser las veladas más rutilantes.