Cafiero se reunió con el canciller brasileño y Vaca Muerta estuvo en el centro de la escena
"Para Brasil, Argentina y Vaca Muerta son una prioridad absoluta", dijo el funcionario de Brasil.
El interés por exportar gas producido en Vaca Muerta a Brasil crece a ambos lados de la frontera. De ese modo, el canciller de Brasil, Carlos França, se reconoció a sí mismo como un "gran entusiasta" y se mostró optimista de concretar un acuerdo para despachar el insumo argentino de la Cuenca Neuquina al país vecino.
De acuerdo al funcionario brasileño, “para Brasil, Argentina y Vaca Muerta son una prioridad absoluta". Lo afirmó tras un encuentro de trabajo con Santiago Cafiero, que tuvo lugar en Brasilia, la capital nacional, y que tuvo como foco principal el yacimiento neuquino de no convencionales.
Cabe mencionar, también, que se trata de la primera reunión entre França y Cafiero, quien dejó su cargo como jefe de Gabinete y asumió como ministro de Relaciones Exteriores de Argentina. Además de referirse a Vaca Muerta, los cancilleres mostraron su postura a favor en torno a la apertura del Arancel Externo Común del Mercosur.
"Un acuerdo 4.0"
En esa línea, el canciller brasilero resaltó la posibilidad de construir un gasoducto que conecte a Vaca Muerta con los usuarios de gas brasileños. Asimismo, recalcó que el país vecino atraviesa la peor crisis hídrica de los últimos 91 años, situación que repercutió en las centrales hidroeléctricas y, consecuentemente, impactó de manera directa en las tarifas, que aumentaron.
Adicionalmente, el gas argentino sería una alternativa al acuerdo que Brasil ya tiene con Bolivia. En 2020, el presidente Jair Bolsonaro estará a cargo de la renegociación por la energía de la entidad binacional de energía Itaipú, que comparte con Paraguay.
De ese modo, França consideró que "Argentina tiene en la región de Vaca Muerta gran producción del gas que necesita Brasil”. “Trabajamos fuertemente para aumentar la conectividad del insumo no solo en energía como materia prima para fertilizantes", agregó el canciller brasileño, quien calificó al acuerdo de gas como uno “4.0” a comparación del pactado con Bolivia hace 20 años.
