Advierten sobre la inversión en hidrógeno y llaman a “dejar el oportunismo político”

El director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, Claudio Molina, se refirió en una entrevista a la inversión millonaria que realizara Fortescue en el país para desarrollar hidrógeno verde en Río Negro. También analizó la matriz energética nacional y enfatizó en las energías renovables.

En diálogo con Perfil, Molina habló de la noticia para producir el insumo y llamó a “dejar el marketing y el oportunismo político de lado”. Al respecto de la inversión en hidrógeno verde planteó la necesidad de “pensar todas las restricciones que hay para grandes inversiones de hacer negocios sustentables en la Argentina.” 

“Soy muy escéptico respecto a las inversiones anunciadas de hidrógeno verde en cuanto a su cantidad y oportunidad”, consideró el director ejecutivo. Y agregó: “Me parece que son anuncios que no terminan concretándose de la manera que fueron expuestos a la opinión pública”.

Asimismo, Molina advirtió: “Esto lo digo sin desmerecer a los actores que participan del lado privado, es un grupo reconocido internacionalmente, pero tengo grandes dudas de que se inviertan en Argentina 7 mil millones de dólares de esta forma”.

Al respecto, explicó que hacer el denominado "combustible del futuro" en Argentina es muy positivo, hay un proyecto que se está poniendo en marcha en el norte de Chile”. “En Río Negro hay altos niveles de frecuencia e intensidad de vientos, es muy bueno para el ambiente convertir el viento en energía eléctrica a través del hidrógeno”, destacó. 

“También es un insumo químico para la industria petroquímica. Sería una muy buena señal para el país y ojalá que este tipo de inversiones se concreten. En el mundo sobran fondos para invertir, pero faltan países receptores con altos niveles de institucionalidad como se requieren”, apuntó Molina.

La matriz energética de Argentina

En otro tramo de la entrevista, la autoridad brindó detalles de la matriz energética argentina que, según remarcó, “alrededor del 50 % proviene del gas natural y cerca de un 35 % participa el petróleo, es decir que tenemos un 85 % en algunos casos hemos llegado cerca del 90 % de fuentes minerales de energía”.

“El resto se distribuye en energía hidroeléctrica, hidráulica, nuclear y luego las renovables como solar, eólica y las bioenergías en general, que están creciendo en los últimos tiempos, pero partiendo de niveles muy bajos”, resaltó Molina.

No obstante, en su análisis estuvieron presentes las emisiones de gases de efecto invernadero, producidos por los hidrocarburos. “Nuestra matriz energética tiene un alto contenido de emisiones”, reconoció la autoridad, quien comentó: “Nuestra propuesta a la comunidad internacional sobre el gas natural, más allá de que es un fluido noble para usos industriales y gracias a que la Argentina lo tiene, no parece muy sano”.

Finalmente, Molina caracterizó el presente del país y opinó que “el problema es que en la Argentina cambian las reglas de juego, como pasa con la energía eólica y solar, donde las provincias pretenden regalías de los recursos del aire y del sol”. “Hay que parar un poco con la voracidad fiscal y la evasión, que cada vez es más alta”, afirmó.

Y concluyó: “El hidrógeno es un insumo muy importante como producto final, ya hay autos que funcionan a hidrógeno. Seguramente hay un fabricante de origen japonés que los podría traer a la Argentina, pero habría que construir una red de abastecimiento, estaciones de servicio, que requiere institucionalidad para esfuerzos tan importantes”.