No la escuchó y ahora sufre: el divorcio que más le duele a la Reina Máxima

La Reina Máxima es protagonista acaso de la única pareja de la realeza europea que jamás ha sufrido un problema grave que pusiera en peligro su matrimonio con el Rey Guillermo. Amigos íntimos de sus pares de Suecia, se han visto conmovidos como el resto de las monarquías al divorcio en la familia Bernadotte. 

Gustaf Magnuson, el hijo mayor de la princesa Cristina, hermana del Rey Gustavo, ha puesto fin a su matrimonio con la top model Vicky Andren. Así lo han hecho saber a través de un comunicado mandado al diario 'Expressen': "Hemos tomado la decisión conjunta de seguir caminos diferentes, pero seguimos siendo buenos amigos y un buen equipo como padres de nuestra querida hija".

Mientras la Reina Máxima es madre de tres bellas hijas que adoran a su madre, el matrimonio amigo dejan de vivir juntos con una pequeña niña, Desirée, de 4 años, de la que la princesa Victoria de Suecia es madrina, Gustaf y Vicky se casaron en agosto de 2013 en una boda a la que no faltaron los reyes.

No es el primer divorcio para Vicky, quien ya estuvo casada en 2006 con Mark Baker, un matrimonio que tan solo duró un año. Poco después, empezó a salir con el sobrino del rey, Gustaf Magnuson, consigna Vanitatis.

Tan cercana es aún su relación que no solo Gustaf eligió a Victoria como madrina de su hija, también los príncipes los eligieron a ellos como padrinos de sus vástagos. Gustaf es el padrino del príncipe Nicolás, hijo de Magdalena y Chris O'Neill; Oscar es padrino de su tocayo Oscar, benjamín de los herederos, mientras que Víctor es padrino de Alexander, el primogénito de Carlos Felipe y Sofía.

Eran Gustaf y Vicky la pareja más mediática de los Magnuson, sobre todo por el pasado de ella. Sus hermanos llevan una vida mucho más alejada de los focos.

Oscar está casado con Emma Ledent, con la que tiene un hijo, y Victor, casado con Frida Bergstrom, con la que tiene dos vástagos. Ahora se han divorciado en una ola de infidelidades, rupturas y escándalos que salpica a las familias reales europeas. A todas salvo a la de la Reina Máxima.