No estaba lista para recibir la noticia: la enfermedad que destroza a la Reina Letizia

Entre la realeza española suele imperar un pacto de silencio que incluye a los familiares más cercanos: varias personas que conforman el círculo íntimo de Reina Letizia se les ha escapado un comentario más de una ocasión y sacaron los trapos sucios que junto al Rey Felipe trataron de esconder.

David Rocasolano puso una bomba en la Corona tras publicar en su libro, Adiós, princesa, con detalles tan escabrosos del pasado de la Reina Letizia como que abortó de forma voluntaria tiempo antes de comprometerse con el futuro Rey Felipe. Ahora, otro de los familiares de Letizia ha roto su silencio y ha confesado que atraviesa por una dramática situación.

Menchu Álvarez del Valle es la abuela de la Reina Letizia y ha mantenido una conversación con la escritora Carmen Duerto, a quien ha confesado que pasa por una etapa de dolorosa soledad. “Hay días en los que apenas hablo, tan solo con mi hijo, que me llama a diario”. Se trata de una realidad que la azota desde que en 2005 falleció su marido, José Luis. Estas declaraciones han destrozado a la Reina Letizia.

La abuela de la Reina Letizia se ha abierto y ha revelado a Carmen Duerto que los problemas propios de la edad han empezado a asomar su cara: "Es cierto que he perdido algo de movilidad y, a veces, por falta de uso, pierdo agilidad con las palabras y tengo que buscar algunas porque las olvido, pero enseguida encuentro una que también sirve. Quizá esa falta de conversación hace que se me pierdan las palabras".

La soledad no solo ha hecho mella en su estado anímico, sino que también ha afectado a otros aspectos relacionados con el desarrollo de actividades cotidianas.  Y por si fuera poco la abuela de la Reina Letizia ha confesado sus vicios.

"Sigo fumando porque me gusta y a estas alturas pues qué quieres que te diga. Me gusta y fumo. Lo he intentado dejar porque mi hijo me regaña. Fíjate dónde llego a veces, que si está mi hijo, fumo a escondidas, que es el colmo".

Como señala durante su conversación con Carmen Duerto que se ha publicado en La Razón, la abuela de la Reina Letizia se ha propuesto no fumar más de ocho cigarrillos al día, una restricción que no siempre cumple. En el aire queda si su nieta le permite fumar en Palacio cada vez que pernocta en Zarzuela.