REALEZA

No tiene perdón de Dios: el Rey Juan Carlos le rompe el corazón a la familia real

Volvió a mostrar la peor versión de todas las que se le conocen.
martes, 21 de enero de 2020 · 19:11

El Rey Juan Carlos no atraviesa por su mejor momento en lo que a salud se refiere: genera pena en su hijo Felipe quien lo vio caminar con la ayuda de dos asistentes, la Reina Sofía se reencontró con él luego de la muerte de su Infanta Pilar, pero ante la primera mejora que ha logrado, el emérito ha vuelto a sus andanzas rompiéndole el corazón a su familia.

La versión más debilitada del Rey Juan Carlos empezó el pasado verano tuvo que someterse a una delicada operación de corazón a consecuencia de una obstrucción en una de las arterias principales. Si bien los medios de comunicación celebraron que su recuperación llegó antes de lo previsto, pero lo cierto es que el Rey Juan Carlos no se encuentra del todo bien.

 

El Rey Juan Carlos fue al Hospital Universitario La Zarzuela para visitar a su sobrina, Simoneta Gómez-Acebo, ingresada en el centro a raíz de una neumonía que se complicó tras la muerte de su madre, la infanta Pilar. Su imagen preocupó a todos: presentaba un aspecto bastante desmejorado.

Sus problemas de movilidad eran evidentes y el Rey Juan Carlos necesitó la ayuda de dos asistentes para poder llegar hasta su auto. Eso sí: en los últimos días se ha mejorado y ha recuperado uno de sus viejos hábitos de juventud, la costumbre que tiempo atrás lo convirtió en protagonista de los mayores escándalos que salpicaron a la Corona. 

Lamentablemente, el Rey Juan Carlos ha vuelto a las andadas: como adelantó Vanitatis, el monarca ha disfrutado de una jornada de caza en compañía de buenos amigos, entre los que se encontraban Amador Suárez, José Manuel Pardo, Carlos Cutilla y Vicente Boluda.

Todos ellos se desplazaron hasta la finca de La Flamenza, un espacio que cuenta con 40.000 hectáreas habilitadas para la cinegética. El Rey Juan Carlos vio cómo caían muertas las perdices, una actividad que le permite disfrutar de su afición.

Una de las más afectadas por esta situación es la princesa Leonor: en 2012 debió disculparse públicamente después de que trascendiera a la opinión pública que había viajado hasta Botsuana para matar elefantes, una especie en peligro de extinción. “No volverá a ocurrir”, prometió entonces. Ya vemos que rompió con lo dicho y que el Rey Juan Carlos, le cueste creer a quien le cueste, ya a sus 82 años no cambiará jamás.

Otras Noticias