REALEZA

La pérdida irreparable de un hijo y un padre: la noticia más dura para el Rey Felipe y Juan Carlos

Después de una vida juntos.
viernes, 24 de enero de 2020 · 20:39

La relación entre el emérito Rey Juan Carlos y su hijo el Rey Felipe está terminada: el drama empezó cuando Juan Carlos quiso volver a tener incidencia en el poder y Felipe se lo negó. Juan Carlos anhelaba los días de poder, pero después de su abdicación nunca más fue lo mismo. Pero ahora, después de la muerte de su hermana la Infanta Pilar, Juan Carlos se ha cansado de las humillaciones de su heredero.

El emérito Rey Juan Carlos estuvo cómodo en Zarzuela a lo largo de sus casi 40 años de reinado: su despacho estaba equipado con todo tipo de detalles que facilitaban la ardua tarea de gobernar un país hasta que le tocó despedirse de aquel cuarto cuando dejó el trono en favor de su hijo.

La primera humillación del Rey Felipe al emérito Rey Juan Carlos pasó justamente por el despacho: "Le dieron un lugar desangelado, sin siquiera calefacción, en el Palacio Real, al que no ha acudido nunca" reveló Pilar Eyre. Pero hay más.

Una vez que abdicó, el Rey Juan Carlos siguió yendo a Zarzuela, pero cruzó con visitantes que acudían a visitar al Rey Felipe y que, cuando lo veían, no sabían "muy bien cómo dirigirse a él". Según Eyre, esta incómoda situación le parecía "humillante e influía en su estado de ánimo, que tiende a la depresión". El Rey Juan Carlos, cansado del desgaste, pegó golpe sobre la mesa y tomó una drástica decisión.

"Zarzuela llegó a convertirse en un lugar que le despertaba profunda aversión y tristeza, una prisión siniestra y hostil", indica Eyre. Así las cosas, al Rey Juan Carlos no le tembló el pulso a la hora de hacer las valijas y despedirse para siempre de la residencia oficial de la Familia Real.

El emérito Rey Juan Carlos ya le comunicó la decisión al Rey Felipe y a su futura ¿ex? esposa Sofía: se mudó a su querida Sanxenxo donde ahora reside en casa de su buen amigo Pedro Campos, el presidente del Club Náutico de la ciudad. Allí se siente querido y apreciado, y disfruta de la compañía de buenos colegas que todavía lo estiman.

Eso sí: la llegada del Rey Juan Carlos ha revolucionado la vida de todos los Campos: "La seguridad, sus propias necesidades y sus dificultades de movimiento han trastocado el día a día de la familia", consigna Eyre. Pero nada grave: están encantados de contar con Juan Carlos en su casa. El padre del Rey Felipe ha encontrado en sus colegas de Sanxenxo todo el apoyo y cariño que, desde hacía tiempo, no le brindaban en Zarzuela. Adiós.

 

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