REALEZA
Una verdadera pesadilla después de una muerte: el drama de la Reina Letizia junto al Rey Felipe
Un momento incómodo en medio de la tristeza.Hay momentos y momentos en la vida de las personas: miradas fulminantes, escándalos, silencios y todo lo que pueda suceder ni siquiera en un funeral se disimulan. Al menos así es el caso de la Reina Letizia y el Rey Felipe al lado de su gran pesadilla: la infanta Cristina, quien ha mantenido la mirada al frente y ha evitado cualquier tipo de contacto visual con su cuñada.
Hace años que no coincidían la Reina Letizia y la infanta Cristina tras el estallido del caso Nóos: la mayoría de ellas ha sido en funerales. Y este miércoles ocurrió nuevamente: las dos cuñadas se han reencontrado en la basílica de El Escorial, donde se ha celebrado el funeral institucional de la infanta Pilar, quien falleció el pasado 8 de enero a los 83 años tras luchar contra un cáncer de colon.
El Rey Felipe y la Reina Letizia encabezaron el sepelio y, como manda el protocolo, han sido los últimos en acceder al templo tras saludar en la puerta a los cinco hijos de la duquesa de Badajoz: Simoneta, Juan, Bruno, Beltrán y Fernando Gómez-Acebo.
Del brazo y visiblemente afectados, los Reyes han recorrido el pasillo hasta la altura donde se encontraban sentados Juan Carlos, quien regresó por unas horas de su casa en el campo, y la Reina Sofía. Allí se han detenido para saludar a los Reyes eméritos con dos besos.
Pero el Rey Felipe y la Reina Letizia tuvieron un gesto de respeto hacia la otra reina presente en el funeral, Beatriz de Holanda, ahora princesa tras su abdicación.
La madre del Rey Guillermo y suegra de la Reina Máxima no ha querido faltar al último adiós de su amiga Pilar. Sentada en el primer banco del templo, al lado de la infanta Elena y la infanta Cristina, Beatriz ha viajado a España para despedir su tía.
La noticia se ha dado justo cuando se acaba de conocer que va a dejar su puesto en La Caixa tras más de 25 años trabajando allí, consignó Vanitatis. De los reyes recibió todo el afecto. Ese afecto que le faltó a Cristina, la enemiga pública de la Reina Letizia.