REALEZA
Ya no pueden ocultarlo: el secreto final del Príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles
Aunque sepamos muchos secretos de la Familia Real británica -en parte gracias a Lady Di y al Príncipe Harry- hay muchos otros que no conocemos como éste: existe un hijo no reconocido del Príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles, es australiano y tiene 53 años.
El hombre se llama Simon Dorante-Day y ya ha llevado su caso ante el Tribunal Superior para demostrar que es hijo de la pareja, aunque ya ha sido rechazado hasta tres veces en los juzgados.
El supuesto heredero a la Corona es un ingeniero que nació en el Reino Unido, pero que lleva viviendo en Australia durante décadas, desde que fuera adoptado a los 18 meses. Su fecha de nacimiento es noviembre de 1966, es decir, cuando el Príncipe Carlos contaba con 17 años y Camilla Parker Bowles con 18.
Según toda la información que se ha escrito durante todos estos años sobre la pareja -y no ha sido poca-, no se conocieron hasta cuatro años después, en 1970, durante un partido de polo. Pero la familia de Simon, que lo cree al 100%, lo ha explicado así: "Creemos que Camilla Parker Bowles se quedó embarazada de Carlos y, con la ayuda de su familia y los Windsor, estuvo con Simon hasta que tuvo 18 meses".
Lo que ha llevado a este hombre a hacer esta afirmación que así se lo dijeron, en varias ocasiones, sus abuelos adoptivos, Winifred y Ernest, quienes trabajaron, según él, como cocinera y jardinero de la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo, respectivamente.
Otra de las 'evidencias' que aporta este hombre para probar que lo que dice es cierto es que tiene "dientes tipo Windsor y pelo estilo Camilla", algo que intenta demostrar a través de sus redes sociales, con fotos de juventud tanto del Príncipe Carlos y Camilla Parkes Bowles como de sus respectivos hijos y otros familiares.
Pero es que, a pesar de lo retorcido de la historia, Dorante-Day está dispuesto a obligar al Príncipe Carlos y a Camilla Parker Bowles a hacerse una prueba de ADN y, para ello, ha recurrido al Tribunal Superior de Justicia.
Ahora bien, también admite que los secretarios de la corte se rieron en su cara cuando presentó los documentos, que han sido rechazados hasta tres veces. La última vez fue antes de Navidad y no dudaron en devolverlos a Sídney, para que sean revisados primero allí. Eso sí, dice que la Familia Real se puso muy nerviosa.