"¡Abran las puertas!": la desgarradora confesión por la noche que hace temblar a la Reina Isabel

La Reina Isabel no tiene paz y una terrible confesión sobre su hijo el Príncipe Andrés la hace temblar: el escándalo en el que se vio involucrado al ser vinculado con el fallecido empresario, Jeffrey Epstein, estaba a punto de apagarse justo antes de la boda de la hija del Príncipe, Beatriz de York. Pero apareció un nuevo testigo que podría arruinar las declaraciones del duque con la BBC.

Es nada más y nada menos que el ex guardaespaldas de la Reina Isabel, quien trabajó para la monarca durante 30 años y que fue testigo de una situación que terminaría de involucrar al Príncipe Andrés con Epstein.

Así lo confirmó en una entrevista para el diario Mail On Sunday, cuando el ex guardaespaldas de la Reina Isabel habló por primera vez de algo que presenció: “¡Abran las malditas puertas, payasos! ¡Abran!”, gritó el príncipe Andrés.

Según el hombre que trabajó para la Reina Isabel, la escena a los gritos de Andrés fue 11 de marzo, el mismo día en el que se habría reunido en la casa de Guislaine Maxwell, esposa y cómplice de Epstein.

Esa misma noche pudo ser tomada la fotografía en la que aparecen juntos Maxwell, Virginia Roberts Guiffre, la mujer que acusa al príncipe de abuso.

De acuerdo con las declaraciones del hijo de la Reina Isabel, ese día llevó a sus hijas Beatriz y Eugenia a un lugar de pizzas cercano al palacio, situación que descartaría su reunión con la mujer de entonces 17 años.

"Después de la entrevista con la BBC, me di cuenta de que el incidente del que fui testigo podía contradecir la coartada del príncipe Andrés. Si estoy en lo cierto, el príncipe pudo haber regresado al palacio de Buckingham desde Pizza Express a primera hora de la noche. Luego salió, acudió a la casa de Maxwell, que está muy cerca del palacio y volvió a sus aposentos privados a primera hora del día", reveló el empleado de la Reina Isabel, quien no tiene paz, ni parece que la tendrá.