REALEZA

No tiene perdón de Dios: la vergüenza de Camilla Parker Bowles junto al Príncipe Carlos

El poder no le sirvió esta vez.
martes, 25 de febrero de 2020 · 23:42

Camilla Parker Bowles, esposa del Príncipe Carlos, sufrió un golpe inesperado a manos de un vecino: una larga disputa administrativa entablada contra su vecino, Phil Clayton, se dio por terminada. Lo único que quería su vecino era construir una habitación para su anciana madre en un piso superior, a 60 metros de la residencia de Camilla. 

Los planes del vecino para reformar su casa y añadir una vivienda de un piso al edificio actual puso el grito en el cielo de la duquesa de Cornualles, quien vive con el Príncipe Carlos entre Londres y el condado de Gloucestershire, pero mantiene la casa familiar que compartió con Andrew Parker-Bowles y los hijos de ambos en el condado de Wiltshire.

Tras el divorcio, Camilla Parker Bowles se quedó con Rey Mill House, construida en 1860: ni el membrete real de duquesa de Cornualles le ha servido a Camilla, quien ha perdido el litigio después de dos impugnaciones a los planes de Phil Clayton que aducía que quería construir un piso para su anciana madre en el lugar donde hay un ex granero, a 60 metros de distancia de la casa de Camilla.

Camilla Parker Bowles, en lo que la prensa británica consideró como una verdadera "vergüenza" para la Corona, se oponía a los planes de reforma alegando que la zona es propensa a las inundaciones.

El Ayuntamiento de Reybridge, la ciudad de la que dependen las viviendas, dio la razón a Camilla Parker Bowles en la primera impugnación, pero su vecino presentó el proyecto original reformado y ahora es él el que canta victoria contra la duquesa, que mantiene la casa como espacio de retiro.

Camilla Parker Bowles es una mujer de la campiña inglesa y, a pesar de que mantiene con discreción su vida cotidiana por el campo entre los varios condados que habita (de Gloucestershire a Wiltshire y al lindante Worcestershire), la llegada de Phil Clayton a Reybridge en el año 2017 y los inmediatos planes de convertir una vieja estancia en un piso para una anciana, enfadaron a la duquesa.

Con la ayuda de un abogado y las cartas con su membrete real, Camilla Parker Bowles impugnó el proyecto arquitectónico: cuando perdió en segunda instancia no hubo reacción oficial porque se trata de una propiedad privada o adquirida cuando Camilla no era duquesa, sino la señora Parker-Bowles.