Lo vio todo y ya no la tolera más: el drama interminable de Camilla Parker Bowles

Ha pasado el tiempo, pero el drama no termina: debe ser difícil querer ser querida y que no haya forma de que eso pase. Lo relata Kent Gavin, fotógrafo especialista en la realeza británica durante décadas y quien tuvo una relación particularmente buena con la Lady Di, la gran enemiga de Camilla Parker Bowles.

Kent retrató las mejores fotos de Lady Di cuando trabajaron juntos, tanto en el Reino Unido como en todo el mundo: fue tan buena la relación que Gavin se desgarró cuando Camilla Parker Bowles reemplazó a Lady Di en la vida del Príncipe Carlos.

Según el experto real Anthony Holden, muchos periodistas y fotógrafos encontraron difícil la transición de Lady Di a Camilla Parker Bowles, pero Gavin la encontró particularmente difícil porque estaba "involucrado emocionalmente" con Diana.

"Creo que cuando Camilla Parker Bowles reemplazó a Diana en la vida del Príncipe Carlos, muchos de los fotógrafos, como muchos de los periodistas, tenían sus propios puntos de vista personales. Ojo, también quería que Carlos, a quien admira, fuera feliz", indicó el fotógrafo personal de Lady Di.

"Tenés que mantener tus sentimientos personales fuera del camino y tus emociones, y simplemente continuar con el trabajo", indicó Gavin, quien admitió que el mayor conflicto que tuvo fue cuando le pidieron que fotografiara la boda del Príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles.

El Príncipe Carlos se casó con Camilla Parker Bowles en el Castillo de Windsor en 2005, y luego fue conocida como la duquesa de Cornwall, en referencia al título secundario de Carlos. Decidieron no usar el título de Princesa de Gales por respeto a Diana, quien murió trágicamente en un accidente automovilístico en París en 1997.

"Me emocioné emocionalmente cuando el editor me pidió que fuera a fotografiar la boda de Carlos y Camilla Parker Bowles. En ese momento pensé: 'Qué triste es y qué mal salió ese matrimonio'", lamentó el fotógrafo de Lady Di, quien no toleró la situación con Camilla Parker Bowles. Se entiende: nunca serán lo mismo.