REALEZA
Ante el rumor tan temido por su salud: la decisión extrema de la Reina Máxima
Lo hizo junto a su familia.
La Reina Máxima sufrió críticas por no haber tomado las precauciones recomendadas durante su viaje a Indonesia, haberse expuesto demasiado a un posible contagio luego de dar la mano y compartir buena parte de su gira con factores posibles de riesgo, entre ellos, dos ministros locales que ya dieron positivo al test de coronavirus. Por esa razón está en cuarentena junto a su familia.
La medida de precaución se ha tomado porque en las montañas austríacas de Lech, donde el Rey Guillermo y la Reina Máxima pasaron las vacaciones de invierno junto a su familia, hicieron el posado tradicional y regalaron sonrisas, ahí mismo es donde han aparecido varios casos de Covid-19.
Y también se ha tomado la cuarentena como medida porque en ese viaje, ahora se han anunciado nuevos casos positivos de mandatarios que acompañaron a la Reina Máxima y al Rey Guillermo. Es por eso que desde que volvieron, los Orange se han confinado a su palacio de Huis ten Bosch.
El martes, en un intento desesperado por torcer la ola de críticas que ha generado su falta de cuidado en su último viaje, el Rey Guillermo y la Reina Máxima han comenzado a utilizar las redes sociales con el único objetivo de enviar mensajes de ánimo a la población donde ya se encuentra absolutamente todo cerrado.
Primero fue un comunicado de la Reina Máxima y el Rey Guillermo que no ha surtido efecto: ahora lo intentaron con un video y una decisión extrema y destinada a casos especiales. Máxima necesita demostrar que está sana y salva ante los rumores de contagio que la han tenido como protagonista. Ella y toda su familia en cuarentena han salido al balcón del palacio por la noche para aplaudir con cacerolas la labor de todo el personal de centros médicos y hospitales.
Al aplauso de la Reina Máxima y el Rey Guillermo se sumaron sus tres hijas: las princesas Amalia, Alexia y Ariane, con ollas y cacerolas para hacer todo el ruido posible dado que el palacio se encuentra alejado unos kilómetros de la ciudad. Pese a la buena iniciativa, cierto malestar persiste en la población holandesa: los reyes no se han librado de las críticas.
Mientras que algunos ciudadanos holandeses reclamaron por qué no se reivindica al resto de personal no sanitario que sigue trabajando para que el país funcione, tampoco han faltado quienes han cuestionado el abrigo de la Reina Máxima, un Oscar de la Renta de más de 7.000 euros. Cuando el pueblo está enojado, parece que cualquier crítica vale.
