Se quitó el barbijo y lo confesó: el Rey Felipe dio el mensaje que nadie quería escuchar

No hay lugar para discursos optimistas ni para ocultar más la dura realidad que se vive en España con epicentro en Madrid: el Rey Felipe visitó un hospital de urgencia protegido por barbijo y guantes de látex, fue testigo del escenario más difícil de los pacientes internados por casos positivos de coronavirus. Al finalizar el recorrido no aguantó más: se quitó el barbijo y confesó el escenario que nadie quería escuchar.

"Quizás sean las circunstancias más graves de nuestro tiempo", ha dicho el Rey Felipe sin quitarse los guantes, rodeado de los héroes sanitarios que arriesgan su vida cada día, notablemente conmovido por la visita al hospital de urgencia ubicado en Ifema, Madrid, y sin margen para titulares que han calificado a su tono, tras la visita de este mediodía, de "pesimista".

Insistió el Rey Felipe: "España demostró que cuando todos trabajamos juntos por un objetivo común, somos capaces de vencer las dificultades por serias y graves que sean. Éstas lo son, y de una manera muy dramática. Quizás sean las más graves de nuestro tiempo".

Como consciente del poder de sus palabras, luego el Rey Felipe cambió su tono en el discurso y quiso elogiar la loable tarea de quienes lo rodeaban, pero no hubo caso: "Este hospital se ha levantado aquí en un tiempo récord. Estoy seguro que todos vuestros compañeros lo han hecho siendo profesionales, pero también pensando mucho en cada persona que está afectada, que ha perdido un familiar y que está pasándolo muy mal".

"Este hospital es un verdadero orgullo para todos. Pasará a la historia. Será una de esas imágenes que recordaremos y guardaremos en nuestra memoria como un verdadero ejemplo. Enhorabuena y gracias, lo digo de corazón. Este lugar es ya desde hace unos días fuente de esperanza. No solo para los enfermos, que aquí serán bien atendidos", indicó el Rey Felipe leyendo el texto ya preparado en el despacho que comparte con la Reina Letizia, para evitar que la sensibilidad que mostró a través de su mensaje nacional vuelva a jugarle una mala pasada.

"Representan de una manera nítida el esfuerzo titánico que se está haciendo para curar, pero también para ayudar de muchas maneras (...) a miles de ciudadanos que los necesitan de forma urgente, y lo necesitan con algo muy importante, que es la esperanza", señaló el Rey Felipe, antes de volver a Zarzuela tras una hora de visita.

"Hoy este hospital de Ifema es un auténtico símbolo de lo que somos capaces de hacer cuando trabajamos juntos por un fin común", concluyó el Rey Felipe, el día que España se reportaron 56.347 casos de infectados, 4.154 de fallecidos y 7.015 recuperados. ¡Fuerza, España!