La cuarentena no se lo impedirá: la última decisión de la Reina Máxima

La Reina Máxima ha estado al frente la lucha contra la pandemia por coronavirus en los Países Bajos que ha comenzado hace un mes: tomó junto al Rey Guillermo decisiones difíciles como el Estado de Alarma y ha sido sin duda la cara más visible de la realeza saliendo a la calle para brindar su apoyo a los sanitaristas.

Mientras que la cuarentena ha obligado a permanecer en sus residencias a la mayoría de los royals para evitar así un posible contagio como sucede en el caso de la Reina Letizia, la Reina Máxima no ha dudado en dejar la comodidad del despacho en el Palacio para atender personalmente a organizaciones, centros y todo lo que demande la batalla contra el Covid-19.

Claro que hubo críticas como en el caso de Suecia y su princesa heredera, y la propia Reina Máxima ha recibido críticas que, por lo bajo en el entorno de los Orange, reconocen que no han afectado a la vida diaria junto al Rey Guillermo. Esos cuestionamientos no han sido pocos pero no han impedido una Reina en pleno movimiento.

La primera crítica a la Reina Máxima fue la imprudencia en continuar con su agenda oficial marcada por el viaje a la Indonesia, corazón del sudeste asiático, donde ya había habido casos de coronavirus. Luego de saludos al aire con los representantes de ese país, Máxima rompió el protocolo con besos, abrazos y fotos con los ciudadanos.

Esa espontaneidad de la Reina Máxima fue considerada como un gesto humano de la consorte, mientras que por el otro se ha tomado la actitud como una severa falta de cuidado personal y una osadía a las recomendaciones publicadas por la Organización Mundial de la Salud.

El Rey Guillermo y la Reina Máxima siguen saliendo por separado de Palacio para atender presencialmente sus agendas: toman las medidas de seguridad y el distanciamiento social como ley, pero los soberanos han intentado transmitir un mensaje de esperanza y proactividad a sus ciudadanos celebrado por la sociedad.

Mientras que la última salida del Rey Guillermo ha sido una visita a la escuela primaria De Fontein, en La Haya, donde ha inculcado la importancia de valorar las consecuencias de la pandemia, la Reina Máxima afrontó en primera persona la labor de la Cruz Roja en los Países Bajos. Queda claro: la cuarentena ni la pandemia frenan a Máxima. Ya todos lo saben.