“El destino da y devuelve todo”: Ricky Maravilla cuenta cómo llegó el éxito a su vida

Luis Ricardo Aguirre, más conocido como “Ricky Maravilla”, comenzó en el mundo de la música tocando en un grupo folclórico para así poder pagarse la universidad. Pero una noche en una de sus presentaciones se encontraban el escritor Oscar Arlende y el director de “Sony Music”, Hugo Piombi.

El cantante contó que cuando ellos lo escucharon, lo llamaron a su mesa y le dijeron: “’Tengo los temas para él’, le dijo Anderle al empresario. Poco tiempo después estaba grabando mi primer disco. Oscar fue el creador del Ricky Maravilla artista”.

“Confiaron en mí contra viento y marea, porque siempre fui bajo, y en ese momento estaba de moda Sandro, Palito Ortega, todos altos. Los grupos de moda de ese momento eran todos carilindos. Y yo no encajaba en esa forma”, siguió con su anécdota el Salteño.

“Cuando estaba por nacer, mi papá encontró un papel que vino volando. Era una hoja de almanaque en la que decía ‘Ricardo, sinónimo de valentía, tenaz’. A él le gustó mucho. Iba a ser Luis Miguel, por Martín Miguel de Güemes, el prócer salteño. Pero terminé siendo Luis Ricardo. Y me decían ‘Maravilla’ porque cuando nací la partera me alzó y dijo ‘qué maravilla’. Siempre me siguió ese nombre”, dijo con nostalgia el cantautor.

Luego el músico emocionado dijo: “Un día la escucho a mi madre pedir unas monedas para ir a trabajar y me quedó grabado. Cuando volvió del trabajo le dije: ‘Mamá, le prometo que voy a estudiar y la voy a sacar de este estado de pobreza que vivimos, y nunca más le va a tener que pedir plata a nadie. Le voy a comprar una casa con balcón. Voy a ser ingeniero o aviador’”.

“El destino da y devuelve todo en esta vida y al poco tiempo sale, '¿Qué tendrá el petiso?'. Mi mamá me dijo un día: ‘Hijito, nunca pensé en verte en televisión; es un orgullo’. Cuando comencé con el éxito pude comprarle la casa con balcón. No siendo ingeniero, pero lo conseguí. Al poco tiempo falleció”, explica el compositor.

“Mi gran alegría en la música es haber unificado todos los estratos sociales, el público estaba muy dividido, había uno para la música tropical, como si fuésemos de segunda porque era una música de bajo nivel.De mirarme mal por ser morocho y presentarme último, pasé a cantar en Punta del Este para Amalita Fortabat, la señora Herrera de Noble y todo el jet-set de la época. Mis shows eran el gran evento”, cerró Ricky.