REALEZA

Se enteró por WhatsApp: el luto del Rey Juan Carlos y el fantasma de sus últimas horas

Cómo vive el emérito los últimos días en cuarentena.
miércoles, 22 de abril de 2020 · 22:47

Nunca imaginó sus últimos años de vida de esta manera el emérito Rey Juan Carlos: poco queda de aquel hombre vigoroso que ha reinado España. Ahora forma parte del grupo de riesgo por partida doble: por sus 81 años y por las enfermedades que ha padecido estos últimos años. Nada se compara al dolor que ha sufrido en las últimas horas.

El panorama del Rey Juan Carlos es desolador: de luto, enterándose de las pérdidas de sus seres más queridos por WhatsApp y sin los gustos en vida que supo darse como los menúes bien regados del mejor vino tinto. La operación a corazón abierto de agosto terminó de derrumbarlo.

Desde entonces, el Rey Juan Carlos nunca más volvió a ser el mismo: la intervención compleja ya lo había obligado a cambiar de hábitos de alimentación pese a sus escapes solitarios con la única ayuda de sus asistentes para caminar o de una silla de ruedas oculta tras las puertas de Zarzuela.

Pese a su delicado estado de salud, el Rey Juan Carlos ha tenido tiempo y no ha perdido las mañas para viajar lejos de Zarzuela y continuar compartiendo jornadas de caza: ahí los amigos testigos de su salud han reconocido que come poco y ligero, dejó el vino y el único gusto que se da es un gin-tonic durante la sobremesa.

Encerrado y aislado en uno de los anexos del Palacio de Zarzuela, el confinamiento del Rey Juan Carlos no ha hecho más que sumirlo en una de las mayores depresiones conocidas de los últimos tiempos tras el portazo histórico que le ha propinado su hijo Felipe tras retirarle el sueldo como emérito y renunciar a su herencia.

Las últimas horas de libertad del Rey Juan Carlos las ha vivido cazando en la finca La Flamenca junto a Alberto Alcocer, primo de Alfonso Cortina. Fue Cortina justamente la primera trágica noticia que ha recibido el padre del Rey Felipe cuando se enteró a través de un mensaje de WhatsApp que su amigo había fallecido de coronavirus.

Lejos de vivir un solo luto, el fantasma más temido ha acompañado largas noches al Rey Juan Carlos cuando le siguió el fallecimiento del marqués de Griñón, Carlos Falcó, una relación que comenzó cuando Juan Carlos era un joven príncipe de 11 años y con toda una vida por delante. A esas dos pérdidas se sumó la de Plácido Arango. Una cuarentena cargada de dolor, sin contar las horas que le esperan ante la Justicia.

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