"Iba a terminar mal": Matías Alé contó lo mal que la pasó y en qué estado se encuentra hoy

Desde la comodidad del hogar, y en plena cuarentena obligatoria por el coronavirus, Matías Alé brindó una entrevista para "DiarioShow" y allí contó detalles de su vida, las penurias que pasó y cómo se encuentra hoy.

"Me encuentro muy bien, relajado y en una muy buena convivencia con mi madre. Curiosamente, esta cuarentena tiene mucha similitud con esa etapa de recuperación que llevé a cabo hace un tiempo. Por otra parte, hago una actividad física importante: camino bastante en el jardín que tenemos y realizo todos los días una sesión de gimnasia por Instagram. También veo muchas series y me comunico con videollamadas con mis amigos y familiares”, comenzó diciendo el actor.

Luego, Matías hizo hincapié en que está "ante la presencia de una etapa de aprendizaje en lo humano; tengo conciencia de todo y, en lo personal, me encuentro muy bien, sólido y con buena salud. Estoy sereno, disfrutando de aquellas cosas de la vida que, realmente aprendí a valorar con el paso del tiempo”.

En cuanto a lo profesional, el humorista sostuvo: “Estaba ante la posibilidad de protagonizar un ciclo que se iba a realizar por Canal 9 y a esto le iba a sumar un programa de radio, pero todo quedó detenido por el aislamiento sanitario. De todos modos, me siento bien parado en profesional y me hace bien”.

En cuanto a lo sentimental, Alé dijo: “Siempre es lindo seducir, una experiencia que, en definitiva, tiene que ver con los afectos. Sin embargo, la circunstancia de este momento es otra; observo y vivo con mucha placidez. Pero, no tengo dudas, que la soledad, ahora, se ajusta mucho más a mi presente y a mis necesidades”.

Posteriormente, el conductor recordó el difícil episodio que vivió este verano, tras descomponerse y terminar en el hospital. “Casi llego a la clínica con peritonitis, muy complicado todo. Estuve a punto de no contarla. Yo sé que estoy bien, como me vean afuera, no me preocupa. Veo a mi psiquiatra escalonadamente y reconozco que siento la misma madurez que tuve cuando falleció mi papá”.

“Me aburrí de la persona que era antes. La vida me daba señales que las dejaba pasar, como por ejemplo dormirme mientras manejaba una moto o lo que me pasó con la rodilla, que casi me cortan la gamba. Si la vida no me frenaba iba a terminar mal. El Matías de antes hoy no está. Si no evolucionaba, el esfuerzo que hice no tuvo ningún sentido”, finalizó Matías.