Joaquín Furriel recuerda la travesura adolescente que le salió muy mal: "Mi papá me empezó a..."
El artista recuerda el momento en el que desafió las reglas de sus padres.
Todos guardan un secreto de la infancia o adolescencia, y no siempre es porque algo malo vaya a suceder si sale a la luz, sino por vergüenza. Joaquín Furriel es una prueba de ello desde que contó el suyo en televisión nacional.
El actor estuvo como invitado en el programa "Podemos Hablar" en el nuevo formato con la distancia social, algo que le permitió hacer su aparición sin salir de la comodidad de su casa.
A través de videollamadas, el argentino estuvo acompañado por Noelia Marzol, Nicolás Vázquez y Darío Benedetto; como es costumbre en el show contaron algunas de esas anécdotas que nadie sabe sobre ellos.
Luego de que Benedetto hablara sobre cosas de su infancia, el artista decidió revelar una vivencia que marcó su adolescencia. Se trataba de nada más y nada menos que sacar el auto de su madre sin permiso de la casa. "A los meses de tener el registro, a los 17 años, mis viejos se fueron a disfrutar de una salida a la Capital con el auto de mi viejo y quedó el Fiat de mi mamá...", contó.
"Estaba con dos amigos (...) Estaba lloviendo muy finito y les dije que los llevaba hasta la avenida (...) por la que les pasaba el bondi (...) No pedí permiso. No me habilitaban a sacar el auto. Los llevo (...) y cuando vuelvo solo, tipo doce de la noche (...) vengo embalado, en tercera, tiro rebaje en segunda, freno de mano, volantazo y me voy para el otro lado, pero el adoquín estaba húmedo...", expresó el intérprete.
Manteniendo a todos ansiosos por saber el desenlace de la historia, Joaquín continúo así: "Se me traba el freno de mano, el auto no respondía y me pegué un palo contra un plátano. Todavía tengo un sobrehueso en la nariz. Bajo del auto y me voy a mi casa, que estaba a una cuadra y media. Cuando llego a casa, les pongo una notita a mis papás: ‘Papi y mami, cuando lleguen despiértenme que quiero contarles algo’. Y me fui a dormir".
La historia del ganador del "Martín Fierro" concluyó de la manera más inesperada. "Cuando llegan, mi papá empezó a decir: ‘Joaco, chocaste con el auto. ¿Vos estás bien?’. Le dije: ‘Sí, no me hice nada’. Me levantó de la cama y me empezó a pegar cachetazos. Después tomó una frazada, me agarró del brazo y me dijo: ‘Entrá al auto. Ahora vas a pasar toda la noche adentro del auto hasta que llegue la grúa, para que no se roben ninguna parte’ ", expuso.
