REALEZA

Se le cae la cara de la vergüenza: no pagó y humilla a la Reina Isabel

Los dolores de cabeza no cesan ni en cuarentena para Su Majestad.
viernes, 8 de mayo de 2020 · 20:36

No hay caso: el pastillero de la Reina Isabel debe incluir una gama amplia de colores, pero se está quedando sin pastillas para los dolores de cabeza constantes que tienen nombre y no cesan ni siquiera durante la cuarentena. Se trata de su mismísimo hijo, el Príncipe Andrés, ahora descubierto con las cuentas sin pagar y un hecho que humilla a Su Majestad.

Más temprano que tarde el virus que ha generado esta pandemia tendrá cura, pero los pronósticos con respecto al hijo de la Reina Isabel no son tan optimistas: desde que el Príncipe Andrés se casó con Sarah Ferguson comenzaron los problemas y lo que nunca pudo haber imaginado la Familia Real es que sus votos en el altar podían llegar a incumplirse.

"En la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad", ha sido el lema que el hijo y la nuera de la Reina Isabel han cumplido aún luego de poner fin a ese matrimonio con uno de los divorcios más comentados de la historia de Buckingham, pero por una razón poco común: siguen siendo amigos y compañeros en la vida errante que llevan.

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Ni siquiera el escándalo con letras mayúsculas protagonizado por Andrés envuelto en un caso de corrupción delicado con mujeres ha logrado separarlo definitivamente de Fergie, la mejor amiga de Lady Di. Se han apoyado públicamente con el caso Epstein del hijo de la Reina Isabel y cuando Sarah fue filmada aceptando dinero en un supuesto caso de soborno.

Eso sí: nunca Andrés y Sarah habían tenido que presentarse juntos en los juzgados como lo harán ahora: el mismísimo hijo de la Reina Isabel ha sido demandado por no pagar una deuda contraída hace unos meses con el antiguo propietario de una casona que la pareja había comprado en Suiza.

Pese a los millones que dispone Andrés de la Corona británica, lo que no entiende la Reina Isabel, y ha motivado una nueva jaqueca en pleno confinamiento en el Castillo de Windsor, es qué ha pasado con los 15 millones de euros que habrían supuestamente pagado al momento de adquirir la propiedad.
 

Hay millones de euros en juego y la Justicia determinará qué ha pasado con ellos: por lo pronto, la Reina Isabel ya está al tanto de que hay condiciones de pago que no se han cumplido, intereses postergados, una extraña maniobra comercial de vender la casa antes de pagarla en su totalidad y una certeza: a Su Majestad se le cae la cara de vergüenza por el nuevo escándalo con un viejo conocido: el infalible Andrés.

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