Luli Fernández rompió el silencio, tras renunciar en lo de Fantino: "Yo no me olvido más"

Luli Fernández era una de las panelistas que más se destacaba en el programa de Alejandro Fantino, joven y fresca, siempre con una opinión políticamente correcta. Sin embargo, sin dar explicaciones ni despedirse, decidió no participar más y el conductor lo anunció en vivo.

"Un beso muy grande a Luli Fernández, nuestra compañera, que por cuestiones profesionales y decisiones estrictamente personales no va a estar trabajando con nosotros y espero que sea solo por un tiempo", expresó Fantino.

Luego de esta despedida, Luli se llamó al silencio y nunca más hizo mención a las causas que motivaron su salida de "Fantino a la tarde". Hasta este viernes, cuando por primera vez rompió el silencio y habló con Los Ángeles de la Mañana. Allí relató el traumático robo que sufrió hace unas semanas y que la llevo a la decisión de pasar más tiempo junto a su hijo.

Días atrás, dos delincuentes ingresaron al domicilio de la modelo y periodista, y no solo les robaron algunos bienes valiosos, además amenazaron con secuestrar a su pequeño hijo, Indalecio, de 14 meses.

“La persona que está detenida es la que manejaba el auto, pero las dos personas que entraron a mi casa y nos amenazaron con secuestrar a Indalecio están prófugas”, contó Fernández con mucha angustia. “El tema es que estas dos personas, que son hermanos, fueron a buscarlos a la casa, los aprehendieron y después los liberaron, antes del reconocimiento”, agregó el periodista Martín Candalaft, quien hace su aporte diario en LAM.

“Estas personas que entraron a robar en mi casa habían entrado a robar en una casa de Pilar. Pero en el momento en que los atraparon, incluso encontraron cosas que nos habían robado, de menor valor, como un bolso de maquillajes”, explicó Luli. Luego contó cómo fue que protegió a su hijo: “Yo estaba cambiando a Indalecio, lo tenía con los pantaloncitos bajos y me puso con él en el suelo, yo recostada sobre él. Lo increíble fue que en todo el tiempo que duró el robo, no emitió sonido. Se quedó quietito… Sólo se quejó un poco cuando me dicen que si no les doy las joyas se lo iban a llevar. Ahí Christian agarra al nene y dice: "No se llevan nada"… les juro que pensé que nos mataban”, continuó en su duro testimonio.

“Yo no me olvido más la mirada del tipo… Es muy dura. En tres oportunidades me dijo que se iba a llevar al nene. Yo pensaba que él no se iba a dar cuenta de nada, pero con sus 13 meses, sintió todo. Hay días en los que no puede dormir bien. Yo incluso hablé con especialistas para ver cómo hablar del tema con él. Un día, mientras estaba jugando, le dije que los señores malos no iban a volver y él me miró y salió corriendo, como que no quería escuchar“, concluyó Luli Fernández.