La fuerte confesión de Flor Torrente en "PH" sobre su aumento de peso: "No me reconocía la cara"

Flor Torrente ha estado prácticamente toda su vida expuesta a los medios de comunicación, y ayer en "Podemos Hablar" reveló lo complicado que fue afrontar su problema con el peso siendo la hija de alguien tan famoso como Araceli González.

Andy Kusnetzoff pidió que dieran un paso adelante los que en algún momento se habían sentido discriminados por su cuerpo, y Mica Viciconte y Flor lo dieron, y esta última inició su historia así:

"Bueno, en un momento muy particular, personal, en el cual tuve una situación de mucho estrés, bajé muchísimo de peso, pero mucho, pesaba 43 kilos... Lo que sucedió es que cuando empecé a acomodarme, porque no era que no comía porque quería adelgazar, sino porque estaba tan angustiada que no podía pasar ni un vaso de agua...".

Con mucha impotencia, la actriz relató cómo le costó recuperar su cuerpo de siempre, ya que en el intento terminó haciéndose mucho daño por culpa de unos diagnósticos médicos mal realizados.

"Era como un trabajo sentarme a comer, yo me sentaba a comer pero no podía, pero era que no podía tragar la información que no estaba pudiendo procesar. Después de eso, muchos médicos me empezaron a decir que tenía un montón de enfermedades que no tenía, me empezaron a dar cosas para que tome, y qué pasó: de una semana a la otra pasé de pesar 43 kilo a pesar 60...".

El problema mayor llegó cuando a Torrente se le cerró la primera oportunidad laboral por su peso, sobre esto recordó: "Yo me acuerdo que me desperté y dije: 'De quién es este cuerpo, quién soy... No me reconocía la cara'. Yo tenía un trabajo, yo había arrancado a laburar como modelo. Sucedió que había quedado seleccionada para una campaña... Me vieron un día, era una persona, a la semana era otra. Automáticamente me bajaron de ese trabajo, y me dijeron que no podía seguir haciéndolo porque estaba un poco gordita...".

Luego de perder su trabajo, la intérprete se enfocó en recuperarse pero enseguida entraron en juego los comentarios de ajenos a la situación que vivía: "Y el tema no es lo que te dicen, sino cómo afecta eso que te dicen... Si hoy yo veo a una chica que está en esa situación, entiendo perfectamente lo que le pasa, y que hay una forma de decirlo y de manejarlo. Me decían: 'pero deberías hacer un poco de ejercicio'. En un momento era tanta la obsesión, pero no por tener un cuerpo perfecto, sino porque quería volver a ser quien era y reencontrarme con el cuerpo que tuve toda mi vida".

Para cerrar el relato, la hija de Araceli González rememoró lo complicado que se le hizo todo cuando los principales medios del país empezaron a reseñar su experiencia: "Fue muy fuerte porque de pronto, se empezó a viralizar esto en los noticieros que titulaban: "la hija de Araceli discriminada por gorda", y ahí arranca otro mambo, la gente en la calle me decía: "ah, pero no eres gordita". Fue muy fuerte...".