Morena Rial le dedicó un posteo a la esposa de su papá: al final, Romina Pereiro logró lo que quería
La hija del conductor sorprendió.
Morena Rial no está pasando un momento fácil. La mediática, que goza de gran popularidad en las redes, se separó en plena cuarentena del padre de su hijo. Pero encontró contención en donde menos se pensaba.
En las últimas horas, Morena sorprendió a todos al dedicarle un posteo de Instagram a Romina Pereiro, la esposa del conductor de Intrusos.
En enero, Morena le dio una entrevista a Canal 10 de Uruguay en donde hizo declaraciones con gran repercusión. "Con mi papá está todo bien porque es el abuelo de Fran. Pero la relación nunca va a ser como la que teníamos antes", reconocía en aquella charla en la que estuvo acompañada por Facundo Ambrosioni, con quien ya se había separado en 2019.
"Después de todas las peleas que tuvimos siempre queda algo en él y en mi persona, pero intentamos llevarnos lo mejor posible", comentó More Rial. En esa charla, también se refirió las parejas de su papá.
En aquella charla, la hija del conductor de América TV reveló que seguía en estrecho contacto con Loly Antoniale. "La amo", aseguró. En cambio, para Agustina Kämpfer tuvo solo palabras de desprecio.
En aquella charla, también se refirió a Romina Pereiro. Y aunque no la llamó "trepadora" como cuando empezaba en noviazgo entre la nutricionista y el conductor, tampoco se refirió a ella con demasiado cariño. "Yo no me meto, es la vida de mi papá. Me llevo bien con Romina, la respeto porque es su mujer", comentaba la mayor de las hermanas Rial.
Por su parte, en 2019, Romina aseguraba: "Siempre le digo a Morena que cuando necesite algo estoy para ella. En los momentos difíciles, que sienta que hay una familia atrás. Estoy embobada con ese bebé, me encanta cuidarlo”.
Ahora, ambas sorprendieron por la buena onda en los posteos que hicieron en Instagram. La que dio el primer paso fue Morena. "Te queremos, abuela Romi", escribió para Pereiro en una historia donde se ve a Francesco. "Yo también, amores", respondió ella. ¡Después de tanto remarla con cariño, la nutricionista logro la paz!
